domingo, 26 de diciembre de 2010

Dos Años de Libertad. Agradecimiento.

Aquella tarde las piedras rompían el cielo.
El mundo, oscuro, giraba a mi alrededor.
El barro conquistaba las murallas.
El viento ululaba con un ritmo fúnebre.

Tenebrosa era ya la noche en estos ojos
Que, aletargados, no deseaban despertar.
Crujían fantasmales llaves en las cancelas.
Los charcos dejaban un goteo desolado.

Ya me alejaba del mundo, sí, me aplastaba.
Caía sin fuerzas, quebrado, sin rabia, ni lucha.
Entre tanta bruma y aquella sordidez
Un luz cariñosa me entregó a la vida.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Aterrizaje. Microrrelato

Entonces- explicó a su compañero de asiento, que había despertado- una explosión extraña... Desde aquí arriba se vio en detalle: un agujero enorme se tragó su envoltorio y la Tierra desapareció, no dejando más que algunos fragmentos de roca. Y nosotros, aquí, en el aire, dando vueltas mientras quede combustible,  pensando qué hemos de hacer, porque este avión- añadió- ya no puede aterrizar en ninguna parte.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Conmigo.

Que va, que va,
Que va conmigo,
Por los callejones
Y por los caminos
Agarrada al aire,
Entre el sol y el silo,
Siempre cavilando,
Siempre entre suspiros,
Siempre entre las nubes
Siempre entre sus hilos.
Que va, ya va,
Siempre conmigo
Junto a la maleza,
Oculta sin motivo,
entre hojas de loto
y ramos de espinos.
Con la savia vieja
Y el tiempo amarillo,
Con flores azules
Pero no son lirios,
Son gotas de ausencia,
No sueños de niño.
¿Marchó? ¿se pierde?
¿Elige otro camino?
Observa, que torna,
Ya vuelve conmigo,
Cree que la esperaba,
Que la necesito,
Y regresa al aire
Entre el sol y el silo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Reinhardt

El de las cuerdas de doble vida,
El de las luces contra su estampa,
El que atrapa con su sombría
Sombra ritmos, silencios, palabras...

El que navega entre seis nudos
Que son volcanes que arrastran agua,
Que ya son nubes, que escupen humo,
Que sólo arenas, que son montañas.

El que aprendió las artes del mago
En la carretera, en su caravana.
El que entre dedos clava su canto.

El que con rayos llama a la calma,
El que, en el nombre, se llama Django,
Y es su apellido una guitarra.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Reflejo de Luna (Pinedenca)

 
Bajo el reflejo de luna,
En lo oscuro, todo se oye,
El corazón se acelera:
La sangre bulle al galope,
Y aquel que puede se amarra,
Desesperado, a su consorte;
El que no, tan sólo intenta
Ignorar que le corrompe
La angustia de la oscuridad:
Teme lo que no conoce.

Bajo la luz de la luna,
En mitad de la noche,
El miedo nos sobrevuela
Y reposa entre los hombres.
Cerrad puertas y ventanas,
Callad, dejad las canciones.
Soñad que aún es de día,
Creed que aún tiene nombre
Ese objeto sin color
Que ennegreció en la noche.

Pero hay días sin luna,
Con el mundo entre tinieblas.
Y es mayor el temor,
El temblor y la tristeza.
Son días en que nadie sabe
Si acabará lo que empieza...
Y quien necesita dormir
Lo evita con impaciencia:
No quiere cerrar los ojos
Por si nunca más despierta.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un Ensayo de "Edipo"

Edipo.- Entonces, mi papel es el del hombre que, desgarrado, se saca los ojos.
Sofocles.- Sí.
Edipo.- Podría hacerlo, pero alguien deberá llevarme a casa.
Creonte.- Yo mismo, me pilla de camino.
Sofocles.- ¿Por qué necesitas que alguien te lleve a casa? Serías ciego en la escena...
Edipo.- ¿Qué pretendes? No puedo engañar al espectador. Si has escrito que me saco los ojos, eso haré.
Sofocles.- Si la obra fracasara no habría problema, pero ¿y si gusta? Ya no podré contar contigo.
Edipo.- Conmigo no, que ya estaré ciego, pero aquí tienes a Tiresias.
Tiresias.- ¿Yo? Yo no tengo los pies hinchados.
Creonte.- Si te los anudas con una soga, como proponías, para cuando Edipo ya esté ciego, tus tobillos serán enormes.
Sofocles.- Sí, hay tiempo suficiente.
Tiresias.- (Dudando) No sé si quiero sacarme los ojos...
Yocasta.- Sólo sería una vez...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un Tango para una Argentina

Sin chuleza ni tacones
Abrancada por la farra
Tan experta en la guitarra
En la risa, en el amor,
Con los ojos más vivales
Que llegaron de Argentina,
El corazón de esta mina
Tiene infinito valor.

Se atorra casi a la aurora
Entre risas, entre cuentos;
Al tocar sus instrumentos
Se acerca a la creación:
Tiene alas en los dedos
Y embriaga cuando toca,
Su vida está en la boca
Y su alma en la canción.

Más sincera que el espejo.
Huye de la hipocresía.
Sin maldad ni picardía,
Aunque no quieras oír,
Siempre dice lo que siente,
No adula porque no sabe,
La mentira no le cabe
Así ha aprendido a vivir.

Ahora le manda la taba
¡No te vayas, compañera!
A una tierra extranjera
A curar su cicatriz.
No te marches, te recuerdo
Que me gusta estar contigo,
Aquí dejas un amigo
Que, aunque no sepa idiomas,
Le gusta reír con tus bromas
Y contigo es muy feliz.

martes, 9 de noviembre de 2010

El Autoestopista. Microrrelato

-¿Hacia dónde se dirige?- Me preguntó el autoestopista de pelo cano y voz nocturna.
-Hacia la montaña, tal vez la cumbre.
-Entonces tendré que bajarme- dijo apenado- siempre voy un poco más lejos.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Que No!

¡Que no!
Que no me derrumba el viento
Aunque sople de levante.
Que a mí...
que a mí
No me vence el aire,
Ni la fuerza del destino,
Que ya busco yo el camino
Que me impida envejecer.
Ya ves,
Ya ves que me sale gracia
Cuando pienso en el pasado
Que vivir triste, amargado,
No es vivir, es padecer;
Y que no encuentro placer
En dormir los sentimientos,
Que a mí no me ciega el viento
Ni lo hace una mujer.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Entre "Nunca" y "Adiós".

Entre nubes te admiro,
Entre dunas te espero,
Entre ramas oculto
Con los ojos abiertos.

No quisiera ser más
Tu ignorado deseo,
Entre brumas y niebla
A tu ausencia me entrego.

Entre rabia y verdad,
Entre ruido y silencio,
Si tu nombre he oído
El color se va al suelo.

Entre “nunca” y “adiós”
Siempre queda un “te espero”.

sábado, 30 de octubre de 2010

Nocturno. Soneto

Necesito el olor del tabaco
Quemando suavemente los labios.
Notar el humo contra los párpados:
Esta noche me siento abandonado.

    Quisiera despertar entre unos brazos
Cobijarme en ellos, agotado,
Es imposible: de todo me canso,
De amigos, mujeres y trabajo.

    Es la una. Pasean los borrachos,
Deambulan con los bares cerrados.
Y yo aquí, fumándome el cansancio.

Fin del placer, se acabó el cigarro.
En cinco horas de nuevo al trabajo...
Un día más de mi vida he quemado.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Soneto

Ciegos los ojos de mirar la brisa
Que con el pelo ondea por tu frente...
Siento tu mirada tan sugerente
Que sabe provocarme una sonrisa.

Ojos castaños, melena tan lisa,
Seda en la voz. Irremediablemente
Quien no te ha visto no siente
Que el corazón le late más deprisa.

Siento tu ser en un arrebato,
Digo palabras que no indican nada,
Vivo en la ardiente oscuridad.

Si reflexiono, después de un rato,
Siento mi fuerza tan abrasada
Que busco, angustiado, la soledad.

domingo, 24 de octubre de 2010

La Llama

-Derramé sobre ella agua, vino, arena y barro. Pero la llama, aunque tenue, aún sigue encendida, dejando una nubecilla de amor y un aroma de indiferencia.
-¿Y por qué no se apaga?
-Tal vez deba lucir por toda la eternidad- declaré con un suspiro.

martes, 19 de octubre de 2010

Monólogo

Soy como el viejo actor
Que repite su monólogo
Exactamente igual cada día
En los últimos 33 años
Pero que, a veces, cansado
Decide variar alguna frase
Y entonces, con la embriaguez
Por los labios que aún no tengo
Comienzo susurrando
Y luego grito tu nombre
Como si fueras capaz
De liberar mi monotonía,
De alterar mis sentidos,
De hacerme sonreír.
En esos instantes
El aburrido monólogo
Toma forma de belleza
Y de dulce eternidad
Por siempre, ¡por siempre!

viernes, 15 de octubre de 2010

Ausencia

Caigo en la mísera lucha que sostengo en mi interior.
La tristeza, pienso, es un león hambriento,
que no se cansa de devorar y de aplastar
Los restos de este amor imposible que me derrumba.
Algunas veces salgo, vivo, observo el exterior,
Y entonces los árboles me parecen muy bellos,
Y los caminos están  llenos de hojas azules
Que traen recuerdos agradables, y me hacen sonreír.
Pero luego vuelvo al oscuro sótano de mi mente,
Al recuerdo de aquella que me quiere y me mata,
Y me duele y me aparta, y me busca y me ahoga.

No sé por qué me saltan las lágrimas si pienso
Que tal vez debería odiarla. No sé qué piensa.
No entiendo por qué juega, si es que juega.
Por qué se acerca y me roza, y me mira y me tiene,
Y se aleja y se pierde y se espera escondida
Mientras ardo, me quemo, me vuelvo cenizas,
Y me apago y sufro, y caigo en la tierra, dormido.
Si sueño, sus labios me saben tan dulces...
Si estoy despierto imagino que saben a tierra,
Y a carne y a leche de pecho materno,
Y a gozo y a gajo de naranja untada con miel.

Vivo dentro de mí. Paseo, escribo, sueño,
Hablo de temas triviales, trabajo, alguna vez troto,
Y sobre todo pienso: en los días que no acaban,
En aquel momento que tanto anhelé una vez,
Y que no llegó jamás. Que no llegará, porque
Aquella ilusión del inicio, los momentos de desdicha,
Las visiones placenteras, nunca podrán ser igual.
Triste mundo este que vivo: hasta el amor se pierde.
Lo matamos poco a poco, entre  juegos con cuchillos
Y palabras que resultan muchas veces venenosas.

viernes, 8 de octubre de 2010

Honores

Unos se llevan honores,
Nacieron para lograrlos,
Otros, los que venían
Para llevarse los palos,
Los perdedores del mundo,
Quién sabe dónde quedaron.

Buscarles sobre la tierra
Es peligroso, y es vano.
Yacen cubiertos de escombros
Con los sueños sepultados,
Con un espejo deforme
Colocado entrambas manos.

¡De qué sirve reflejarse!
Nunca hay que mover el barro
Que otros huesos forjarían
Con los dientes apretados.
Caiga el hombre sin recuerdos
Para poder modelarlo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Pilar y Velázquez (Fragmento)

- Por eso le preguntaba si puede seguir pintando.
- Sí, claro que puedo. Es mi forma de expresión.
- Verá... he venido desde Barcelona para buscarle, porque quiero que me...
- Diga, diga.
- Que me pinte un retrato.
Velázquez se sintió halagado, aunque no quiso admitirlo.
- Para ese tipo de cosas es mejor Goya. Todo un especialista en retratos. Recuerde las majas. Eso sí, pídale que le pinte vestida, porque desnuda...- comenzó a reír- quizá no salga usted muy favorecida.

Pilar enrojeció. Golpeó cariñosamente al pintor y protestó con suavidad.

- ¡Oh, no, no! No lo digo por su belleza. Salta a la vista que es una mujer preciosa. Me refería al arte de don Francisco, que, en fin, los desnudos no son su especialidad...
- No quiero que me pinte Goya- protestó Pilar.- Me gustan sus pinturas, pero no tanto ser representada por el aire  junto a una montaña, ni enterrada en arena, o en alguna de sus terroríficas visiones. Mi ideal sería un retrato como tu Venus del Espejo. O, mejor aún, aunque no me atrevo a decirlo: como una de las Meninas.
Velázquez rompió a reír. Su risa, tan pétrea, retumbaba en todas las salas del museo. Un vigilante acudió para mandarle callar.
- ¿Una menina? ¿Quiere que la pinte como una menina? ¿y por qué?
- Me fascina esa obra.
- ¡Ah! No como a una menina, sino como un personaje del cuadro que pinté a la princesa Margarita. Pero yo no suelo repetir mis obras. Tendría que pintarla de otra manera distinta.
- No importa. No, en absoluto. Pínteme como desee. En mi casa tengo dos lienzos dispuestos, sólo falta que usted decida las mezclas de pintura.

Velázquez dudó. Se levantó y paseó de un lado a otro de la sala, siempre mirando a Pilar desde todos los ángulos posibles. Ésta, entusiasmada, se giraba a uno u otro lado según él se lo pedía. Mientras la observaba, el pintor movía las manos en el aire, buscando las formas que quería obtener. De vez en cuando negaba con la cabeza, irritado, porque no conseguía la posición idónea. Entonces cerraba los ojos, se desesperaba, y al abrirlos de nuevo veía a su modelo de una manera distinta. Pasaron más de quince minutos, hasta que, derrumbado e incapaz de ver la forma de su futura obra, se dio un cabezazo contra la pared del fondo, lo que produjo que de la cabeza se le desprendiese un trozo en forma de arenilla.
Pilar, conmovida, acudió a él y le consoló como pudo.

- No pasa nada- le dijo- es el primer intento.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Microrrelato

Quiero Volar, dijo el aprendiz de globo mientras ocultaba en las entrañas una saeta.

martes, 21 de septiembre de 2010

Monólogo de Salvador (Fragmento teatral)

Qué hermosa la roca! Desde aquí parece que tiene una capa de cristal verde que la inunda de luz y la protege de las ondas del agua. Daría todo lo que poseo por estar allí. Y bien mirado puedo darlo todo, porque no me quedan más que unas gotas de vida. ¿Qué pasa, entonces, con aquello que has amado? ¿Todo se pierde, sin remedio? Estoy pisando este camino ¿quedará mi huella cuando ya no esté? Y si toco con la palma de la mano esta piedra, ¿alguien podrá ver la forma de mis dedos y reconocerme?- La muerte negó con la cabeza.- Entonces, todo lo que he sido está condenado a perecer. Creo... creo que no quiero morir.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La Habitación (Fragmento)

Carlos.- Este armario tiene la medida exacta. Además es rígido, y sabe albergar secretos por los que se pagaría mucho dinero. Sus patas, tan furiosamente establecidas, le dan un rigor y una fortaleza perdurable. Ya no se hacen muebles así. Ahora se acorchan, se encogen y pierden color con los años. ¿No estás de acuerdo?
Bretón.- Supongo.
Carlos.- Éste podría soportar el peso de un hombre. Tal vez tumbado...

Se mete en el interior. Trata de tumbarse, pero no lo logra.

Carlos.- Es incómodo. Huele a sudor y humedad. No es agradable estar aquí adentro. Si así es como viven los caracoles, no me extraña que pasen su vida soltando babas y moco.
Bretón.- Eres un ignorante.
Carlos.- ¿Por qué? ¿Acaso no sueltan babas los caracoles? ¿Acaso no se les llama gasterópodos? ¿Eh? Me repugnan los gasterópodos, siempre arrastrándose por el suelo. Su único fin es ser pisoteados. ¿Te has dado cuenta?
Bretón.- ¿De qué?
Carlos.- Estoy dentro de un armario, que está dentro de una habitación, que está dentro de una vivienda, que está dentro de un edificio, que está...
Bretón.- Vamos, cállate.

Carlos sale del armario y lo cierra. Se acerca a la parte izquierda.

Carlos.- Aquí pondremos una estantería para libros. ¿Tienes libros?
Bretón.- Algunos.
Carlos.- ¡Los libros! Miles de hojas explicando el mundo, y ninguna sirve para nada.
Bretón.- Hablas de lo que no conoces.
Carlos.- Y lo que es peor: los que escriben no saben vivir. Maldito oficio.
Bretón.- ¡Qué sabrás de literatura!
Carlos.- No puede salir nada bueno del cerebro humano. No estamos diseñados para la belleza ¡No me interrumpas! Estamos corrompidos. Un  hombre perfectamente bueno, es un perfecto imbécil. Sabes que tengo razón...
Bretón.- El arte está por encima de ti, eres incapaz de diferenciar un lobo de una oveja.
Carlos.- ¡Por los cuernos!
Bretón.- ¿Qué cuernos?
Carlos.- ¿A quién defiendes? ¿Qué sabes de arte?

Bretón se encoge de hombros.

sábado, 11 de septiembre de 2010

A Veces

Algunas veces me quieres
Mas cuando abro los ojos
Siempre te desvaneces.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Ya No.

(Aunque me hierva la sangre
Acariciando tu pelo
Somos dos seres tan opuestos
Que, dices, no cabe el amor)

Quería llegar a viejo
Contigo a mi lado,
Esperaba que tus ojos
Se fijasen siempre en mí,
Quería besar tu cuerpo
Para curarte el cansancio,
Quería un imposible,
Es lo que tiene el vivir.

Ahora, al fin, he comprendido
Que no bastan los sentimientos
Que cada nuevo día
Todo cambia en la vida,
Que somos tan distintos
Que no cabe entendimiento
Y digo mientras te olvido:
¡Caray, cuánto te quería!

Triste te escribo esto
Y tú lees y callas,
Recuerdo tu alegría,
Eso cuenta al final.
Antes de que, por pena,
Me digas que me amas
Prefiero tu silencio
¿de qué sirve hablar?

Ya no busco tu carne,
Ya no anhelo tus besos,
Ya no espero tus labios
Ni ansío su sabor.
Cuando pienso en tus ojos
Me pierdo en mil recuerdos
Por ti viví en sueños,
Por ti esta canción.

sábado, 28 de agosto de 2010

Cansado.

Cansado de jurarte que te quiero,
Tenía que olvidar tus ojos bellos,
Tenía que viajar hacia otros puertos,
Tenía que huir, partir muy lejos,
Y así perder tu voz en el silencio.

lunes, 16 de agosto de 2010

Slapstick (fragmento)

- ¡Despierta, Harold! Nos están esperando. Hay que pagar.
Frente a mí, serio, un camarero con la cuenta en la mano. Busqué en el abrigo pero no encontré la cartera. Afortunadamente estaba en el bolsillo del pantalón.
- Abrázame, mi feo Harold. ¿Sabes? Hoy  he pasado una noche maravillosa contigo. Me gusta reírme. Las arrugas de la cara se hacen hermosas con una buena carcajada. Y reímos menos de lo que deberíamos. ¿En qué piensas?
- En lo negra que es la noche para los solitarios.
- ¿Qué te importa? Tú no lo eres.
- Cuando estás solo y ves todas estas luces, y a la gente disfrutando en grupo, como manadas... debe de ser difícil.
- Eso que dices, ¿sabes?, es absurdo.
- Hoy te tengo a mi lado. Sujeto tu cuerpo y el mío se estremece. Otras veces camino sin más compañía que mi sombra. Y ésta se oculta en la noche.
- No digas más tonterías, y bésame.
Seguía sin tener sabor, pero era tan hermosa que no la solté hasta llegar a su casa.
- ¿Me traes aquí?- dijo ofendida.
- ¿Dónde quieres que te lleve?
Marchamos hacia la mía. Yo alquilaba una habitación en un edificio pequeño, de tan sólo cuatro viviendas. El dueño, al verme entrar acompañado, agachó la cabeza. No le gustaba que sus inquilinos llevaran visitas. Pero el contrato no decía nada en contra, así que entré con todo derecho en mi habitación, y comencé a desnudar a mi chica.
- Para, para, que me haces daño- gritaba ella mientras trataba de arrancarle el sujetador a mordiscos.
Cuando al fin logré desvestirla, comenzamos a escuchar un ruido extraño. Ocupado en besar a Cynthia, no le di importancia. Pero el ruido era cada vez más fuerte.
- ¿Qué es lo que ocurre?
- No lo sé, por lo general este es un sitio tranquilo.
Nos quedamos en silencio, tratando de averiguar de dónde venía el ruido. No era difícil de adivinar. El dueño, incómodo con nuestra actitud, se paseaba por el pasillo, arrastrando cuanto podía las zapatillas. Además, en algunos momentos, carraspeaba, probablemente siempre que pasaba por delante de la puerta.
Seguí besando, hasta que el ruido se hizo insoportable. Tenía entre mis brazos a la mujer que amaba, y aquel imbécil estaba destrozando el momento que había esperado durante tantos meses.
Me levanté, me puse la camisa y abrí la puerta.
- ¿Qué vas a hacer?- gritó Cynthia.
Sentía tanta furia que, al encontrar al dueño junto a la puerta, le di tal puñetazo en la cara que cayó de espaldas. Otro de los inquilinos, un tal Lars, salió al escuchar el ruido. Me miró con sorpresa, y trató de levantar al caído.
- ¿Qué ha ocurrido?
- Un accidente- respondí.
Debía tener un aspecto absurdo: desnudo, con una camisa mal abotonada y el pelo desordenado.
- ¿Se ha caído?
- Como una pieza de dominó.
Cynthia ayudó al otro inquilino a colocar al dueño en un sofá, mientras yo me vestía. Cuando salí de la habitación, ella estaba explicando lo que había ocurrido.
- Harold tenía sed. Ha abierto la puerta y se ha encontrado de frente con este hombre. Estaba pálido. Ni siquiera ha dicho nada, simplemente se ha desvanecido.
Tenía una cara tan hermosa, y sabía fingir tan bien la sinceridad, que, de no ser porque era yo el que había tumbado al dueño, la hubiera creído. Lars, que no sabía tanto, propuso buscar un médico. Mientras Cynthia le distraía, recogí de la habitación los pocos objetos que poseía, y los guardaba en mi maleta. Antes de que Lars desconfiase de mí, llamé a Cynthia para decirle que se dejaba su maleta. Salí con ella y dije:
- Los tres estamos de acuerdo en que no podemos dejar así a este hombre. Propongo que salgamos en busca de un médico.
- No podemos dejarle solo- dijo Lars.
- Es cierto- respondí, y me senté sobre la maleta.
Lars se quedó pensativo. Miraba al suelo y a Cynthia, una y otra vez, sin decir nada.
- ¿Qué podemos hacer?- dije yo.
Lars ya sólo miraba a Cynthia, y sonreía.
- Uno debería irse con la muchacha, y buscar un médico- propuso al fin-. Iré yo mismo.
Cynthia se echó a reír. Yo preparé el puño, pero consideré que no era necesario repetir la hazaña. Así que me limité a explicar la situación.
- La señorita es mi novia. Supongo que prefiere que sea yo el que la acompañe.
Lars miró de nuevo Cynthia. Ésta, por hacerme rabiar, levantó los hombros con indiferencia. Después me guiñó un ojo. Estaba tan atractiva que no pude evitar acercarme a ella y besarla largamente en los labios.
-De acuerdo- respondió Lars, que ya no necesitaba ver más para comprender que había perdido su oportunidad-. Vayan ustedes en busca del médico.
Cogí la maleta y salimos de allí.

martes, 3 de agosto de 2010

El Conductor (Historias de Pineda)

- Hay muchas formas de llegar a Pineda- me decía anoche el conductor- la más sencilla y monótona es el tren. Usted sube en Sants, por ejemplo, y baja en la Plaza de l’Estació. ¿Qué hay en medio? ¡Nada! La monotonía de saber a qué hora sale y a qué hora llega.
- En efecto, es muy monótono. Hasta aburrido- dije yo.
- La forma fascinante es el autobús. Usted espera en Plaza de Cataluña y ahí mismo comienza el juego. ¿Encontrará un atasco? ¿Tal vez obras? ¿Estará iluminado el tramo de Arenys? Pregunta sin malicia, porque jamás iluminarán esa zona.
- Las tradiciones hay que respetarlas- comenté.
- Y, por último, la pregunta crucial que se hace cualquier viajero ¿llegaré con salud a mi destino? Porque la última parada se anuncia como Pineda de Mar, pero es un chiste que Barcelona regala a sus visitantes.
- Un chiste muy gracioso- interrumpí con una carcajada- ¡La de veces que me he reído al llegar a esa gasolinera!
- Ahí comienza la aventura- me explicó.- Desde la parada hay veinte minutos andando por la carretera nacional. Un tramo precioso, de tres kilómetros, con escasa luz.
- Pero lo mejor es cuando, al caminar por la carretera, llega un coche. ¡Tienes el tiempo justo de tirarte a la cuneta! La de veces que lo he hecho ya, y aún me emociono como el primer día.
- Charlando, charlando, hemos llegado al final de la ruta.
- ¡Ahí está la gasolinera!- dije emocionado, y estreché la mano del conductor. Después salté del vehículo con la esperanza de que nada hubiera cambiado desde la última vez: el arcén, la escasa luz,  todo seguía como hace tantos años. Me sentí tan reconfortado que tuve que retar al resto del universo:
- ¡Hombres ávidos de misterio, venid a este lugar, a ver si sois capaces de superar la difícil prueba nocturna!

jueves, 29 de julio de 2010

Del Coste de la Fruta

- Sí, pero qué cuestan las manzanas- preguntó la oronda señora, incapaz de probar la fruta.
- Una manzana no cuesta lo que cien naranjas- respondió con una sonrisa el comerciante.- Pero, me temo, una naranja no cuesta lo que cien manzanas- añadió, muy serio.
- Entonces, ¿cuál es su precio?
-¿No ha entendido nada? Una manzana no cuesta lo que cien...
- Yo no voy a comprar cien manzanas- dijo la señora, confundida.
- Yo no voy a venderle cien manzanas- repuso el comerciante.
- ¿Y cuánto cuesta un kilo?- repitió, con angustia, ella.
El comerciante escupió al suelo, miró a las alturas y sintió que no podía seguir hablando con la misma amabilidad ante un público tan ignorante.
- Dudo mucho- dijo- que ninguno de ustedes tenga capacidad suficiente para adquirir alguno de los productos que mercadeo.
Recogió con rabia la fruta: las manzanas en una mano, las naranjas en la otra. Después se alejó, moviéndose como una marioneta, según lo hacía inclinarse el peso de cada bolsa.

martes, 29 de junio de 2010

Un Concierto

 Entonces, el maestro, saludó al público, mostró la guitarra, se sentó en la silla, colocó el pié izquierdo sobre la caja, suspiró, probó el instrumento, afinó la cuarta cuerda, atacó la primera nota, y se quedó dormido, entonces vio fuego, y campo, y viento, y al despertar, extasiado, se inclinó saludando al público, que aplaudió, fascinado, aquel sueño eterno.

viernes, 25 de junio de 2010

Aquel Amor...

Aquel amor que tenía
Se volvió seco,
Aquel dolor de la vida
Quedó ya muerto.
Porque no lo sostenían
Tus ojos negros.

Aquel amor, por ausencia,
Clavo y martirio,
Por soledad y tristeza
Se ha consumido:
Cuando la ilusión mengua
Se seca el río.

miércoles, 23 de junio de 2010

Deslumbrado. Microrrelato.

Aquello que le deslumbraba era el reflejo del sol sobre chapas de hojalata.

lunes, 21 de junio de 2010

Al Otro Lado

No tuve valor para mirar el valle, ¡qué podía haber? Tal vez silencio o lucha, tal vez nada... excesiva metafísica para un hombre vulgar. Preferí observar este lado. Sé que no comprendo, pero si me asomara allá, si abriera las manos... ¡ya no sabría volver!

jueves, 10 de junio de 2010

Barrías mis Sueños

Con tu falda, tan leve,
Barrías mis sueños,
Con tu falda y tu gracia,
Junto a mi cuerpo.
Con tu alegría
lograbas que te gritase
que te quería.

Luego diste a mis ojos
Color tan negro.
Ocultaste tu arte,
Quedé en silencio.
No hay quién entienda:
Querías alejarte,
Y te lamentas.

Aunque muestres tus labios
Ya no los miro,
Aunque enlaces mis pasos,
Ya no te sigo.
Porque recuerdo
Que, si busco tu sombra,
Tristeza encuentro.

martes, 8 de junio de 2010

Microrrelato

“Amar sin ser amado, qué absurdo” se dijo, y arrancó a tiras de su cuerpo los motivos de tanta admiración.

sábado, 5 de junio de 2010

El Payaso

Cuando el sendero se bifurca
Y no tengo fuerzas para elegir,
Camino con los pies del payaso.

domingo, 30 de mayo de 2010

Los Pasos.

Algunas veces los pasos del hombre atropellan sus sueños.

viernes, 28 de mayo de 2010

La Imaginación

- ¿Y cuando ya no queden andenes, ni vías, ni estaciones ni trenes?
- Entonces tendrás que imaginar el camino.
- ¡Qué cansado!
- O bien quedarte sobre la última vía, inerte, con los pies recogidos, mirando al suelo.
- Eso sería mejor- y sonrió.

domingo, 23 de mayo de 2010

Melopea Europea

¡Hip, hip! Puez no dizen que Uropa está unida. Ya semos tós los mismos. Hasta la monea es común. pos me alegro, porque ganas tenía yo de poder cruzarme con los uropeos y poder decilles: ¡ahí os quedáis! Que no tenéis sol, ni jamón ni Jerez. ¿Que tenéis Borgoña? Pos que os aproveshe ¿Que tenéis Burdeos? Pos si tenéis Burdeos nosotros Burgos, que tanto da. Pero, a mí, ohhhh, sujéteme, señá farola, que doy mis güesos al suelo. A mí lo que me guztaría sería una gran reunión duropeos, aquí, en la plasal pueblo. Tós juntitos, alreeor dun fuego, jablando de nuestras cosas, porque dalgo hay que hablar. Y alrededor las botellas, sí, sobre una mampara rodannte. Todas las botellas distintas, cada una dun país. Y yo enborracharme con Vodka, y un ruso borraasho de Cava, y un sueco de kvas... eso sí zería una Uropa unía, y no ésta, en las que unos ponen las jeringas y otros ponemos los brazos pa que nos shupen la zangre. Porque zerá alcohólica, pero ezta zangre es mía. ¡Ayyyy, mi Uropa zoñaá!

miércoles, 19 de mayo de 2010

Buscando Trabajo

Edificio de una gran compañía. Un joven entra por la puerta trasera. El vigilante, que está en la principal, comiendo un bocadillo, no se da cuenta de que ha entrado. El chico observa su entorno como si estuviera viendo un museo. Después de abrir la boca varias veces, bosteza. De la primera puerta sale la secretaria. Lleva un vestido floreado que le cubre los pies.

Secretaria.- Buenos días, ¿quería algo?
Joven.- No, gracias. Sólo estaba mirando.

Se miran y sonríen.  El muchacho tiene veinte años, lleva un sobre entre los dedos: su escasa vida laboral.

Secretaria.- No hay mucho que ver. Pero si entra por la puerta del fondo encontrará todos los secretos de la compañía. Es el despacho del director, no le diga que yo se lo he indicado.
Joven.- No hay problema, no diré su nombre. Por cierto, ¿cómo se llama?
Secretaria.- Elena.
Joven.- ¿Helena?
Secretaria.- No, Elena, sin hache. Helena, en cambio, es la directora de ventas, en la segunda planta.

El muchacho levanta la mirada hacia el cielo, y ni aún así es capaz de distinguir la segunda planta, entre tantas que ve. Saluda con los ojos a las alturas, y avanza con los pies hasta el despacho del fondo. Allí encuentra, sentado, al director.

Director.- ¿Qué desea, muchacho?
Joven.- Me llamo Osvaldo.
Director.- ¿Eres Osvaldo? Bien, he aquí un joven prometedor, que pretende hacerse a sí mismo, pero...  ¿Qué desea, joven prometedor?
Osvaldo.- Nada de formalismos. Vengo a alquilarle un trozo de este despacho. Me bastará con la mitad norte. Aunque tal vez me anexione un trozo de la parte oeste... (pasa la mano sobre el respaldo del sillón de cuero) Decididamente quiero el despacho entero. Pero no le podría pagar. Veamos, ¿cuánto pide por este trozo? (Alarga los brazos alrededor de su cintura)
Director.- Muchacho, en ese trozo no cabe nada.
Osvaldo.- ¡Oh! De momento no pido mucho. Quiero poner un puesto de frutas.
Director.- ¿En mi despacho?
Osvaldo.- Sí. Está bien situado. Todos los trabajadores tienen que pasar por aquí para subir a la segunda planta. Si cada uno compra una fruta, en doce años me retiro con las ganancias.
Director.- Suena bien. Digamos que no le vendo esa parte, sino que comparto con usted el negocio.
Osvaldo.- Tendré que subir el precio, si no, no habrá beneficios.
Director.- Haga como desee.
Osvaldo.- Pero antes necesito saber en qué consiste este negocio.
Director.- Eso mismo me he preguntado yo cientos de veces.
Osvaldo .- ¿Aún no lo sabe?
Director.- No. Pero mi secretaria sí. Elena tiene todas las respuestas, pero se niega a decir nada.
Osvaldo.- Tal vez no ha sabido preguntar.
(Osvaldo observa un extraño reloj que hay sobre la mesa)
Osvaldo.- ¡Qué hermoso es! ¿Da las horas?
Director.- Aún no, pero lo estoy enseñando. Antes tenía este otro, que es ruso, pero no me sirve: está adelantado.
Osvaldo.- ¿Y no puede cambiarle la hora?
Director.- ¿Insinúa que toque esa máquina infernal?
Osvaldo.- (Mira con envidia el despacho) Me gusta este despacho. Creo que voy a renunciar a la venta de frutas.
Director.- Es una lástima. Pensaba comprarle una... tal vez dos.
Osvaldo.- ¿Puedo hacerle una pregunta? (El director asiente) ¿Tardó mucho en llegar a este puesto?
Director.- Le voy a responder con franqueza: algo más de una hora. Pero porque era hora punta, si no hubiese tardado veinte minutos, o incluso menos.

El muchacho se acaricia la barba, pensativo.

Osvaldo.- Dígame, ¿usted cree que me darían a mí también un despacho?
Director.- Sin duda. Sólo tiene que pedirlo: en esta planta hay tres vacíos.

El joven se encamina a la puerta y la cruza. El director sale tras él.

Director.- Solo una cosa: cuando le den su despacho, no olvide preguntar en qué consistirá su tarea. Y ya, de paso, pregunte en qué consiste la mía.
Osvaldo.- No se preocupe, así lo haré. Y cuando lo sepa le mando una circular.
Director.- ¡Qué intriga! Ya la estoy esperando...

sábado, 15 de mayo de 2010

Cada Día Más Cerca. Bolero

Cada día un poco más cerca
Pero aún no tengo tu amor
Tu sonrisa siempre bella
Se clava en mi corazón.
Quisiera no conocerte
Para de nuevo vivir
Pero te quiero por siempre
Aunque te alejes de mí.

Mujer, ¿por qué me engañaste?
¿por qué me angustia tu piel?
Sabes que alteras mi sangre
Me obligas a gritar “¡Ven!”.
Y tú te acercas y alejas
Parece que quieras bailar
Me estoy muriendo de pena
Mientras ignoras mi mal.

Quisiera rozar tus labios
Mirar tu bello interior
Mas tu desdén y el cansancio
Nos separan a los dos.
El día que tú me quieras
Podré al fin ser feliz
Dejaré atrás la tristeza
Y no huiré más de mí.

jueves, 13 de mayo de 2010

Dividido

Si yo pudiera ser dos personas
Uno cantaría bajo tu ventana
Con una guitarra flamenca
Canciones de amor imposibles,
Mientras que el otro, con rabia,
Maldeciría tu nombre, tu cuerpo,
Y todo aquello que me recordase
El tiempo en que te conocí.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Mi Barca

Mi barca no tiene fondo,
Que fondo no necesita:
No tengo miedo al naufragio,
Ni temo arriesgar la vida.

Mi barca no tiene remos,
Que remos no necesita.
Basta con alzar la vela:
El viento siempre es mi guía.

lunes, 10 de mayo de 2010

Por el Placer de Volver a Verte

Por el placer de volver a verte
Asumo mi triste abandono
Y espero en tus ojos, tan bellos,
Que iluminen mi caminar.

Por el placer de volver a verte
Sonrío y mojo los dedos en tinta
Y sueño y río al recordar
Tu cuerpo tan femenino y hermoso.

Por el placer de volver a verte
Me gusta huir hasta estas tierras,
Aquí no tienes tu influjo, no ordenas
Ni mandas sobre mi corazón.

Por el placer de volver a verte,
Y besarte y decirte que te amo,
Que no te olvido, que tu luz
Ilumina mi cuerpo y mi creación.

jueves, 29 de abril de 2010

El Destino de Leonora (Una Historia Cruel)

Aquella rata nunca fue como las demás. Avergonzada de las faltas que se les supone, decidió separarse del sendero que le marcaba su instinto. Así, si había visitas no salía de su madriguera; jamás royó queso ajeno, ni hizo agujeros en las paredes de la casa, como otras solían. Además, se hizo bautizar y tomó por nombre el de Leonora, que le pareció sagaz a la vez que sencillo. Su quehacer diario consistía en hacer la compra, cocinar, y ducharse, para dar muestras de limpieza. Leonora era un ejemplo de amabilidad: cuando se cruzaba con algún habitante de la casa, se quitaba el sombrero; había renunciado a sonreír, porque sus dientes, deformes, daban apariencia de burla. Por último, se había propuesto no morder a niño alguno, por muy insoportable que fuese.
Pero tanto esfuerzo no sirvió de nada, y fue perseguida escoba en mano durante un par de minutos, hasta fallecer justo en la entrada a su hogar. Sólo porque, pese al buen olor y cortesía, era una rata.

martes, 27 de abril de 2010

Lo Que Diera

Lo que diera por atrapar
Tu cintura al vuelo,
Y estrellar mi corazón
Contra tus ojos negros.

Lo que diera por naufragar
Para hacer de ti puerto,
vuelo de gaviotas,
paraje costero.

Lo que diera por tomar
Entre mis brazos tu cuerpo,
Para tenerte y cuidarte
Hasta el final de los tiempos.

Lo que diera por encontrar
Junto a tus ojos mis besos,
Con tus manos en mis manos,
Con el corazón abierto.

Lo que diera por iluminar
Mi rostro en tu reflejo,
Y recibir la energía
De tus labios y tu pecho.

Lo que diera por tenerte
Porque, leyendo esto,
Dijeras: ¿Sabes, Moisés?
Yo también te quiero.

martes, 20 de abril de 2010

Sin Voluntad

¿Cómo pudiste doblegarme así?
Sin voluntad ni voz, como un pelele,
cual muñeco de trapo en un guiñol,
que se mueve según quiere la mano.

Rasgado el corazón en mil jirones,
esparcidos, sin piedad, por el suelo.
Sin palabras, sin ideas, sin voz,
con el pensamiento tan perdido...

¿Con qué navaja rasgaste mis alas
para hacerme pensar que nada soy
si no es ante tu cuerpo y tus labios?

Quiero soltarme, volver a ser libre,
pero me siento, como el ave, a gusto,
feliz de permanecer en la jaula.

lunes, 19 de abril de 2010

Gigantes

-Amigo Sancho, ¿no ves que no son gigantes, sino molinos?
-Mi señor Don Quijote. ¿Acaso un molino mueve los brazos gritando al cielo blasfemias que un castellano viejo no puede tolerar? ¡No los mueve! ¿No es cierto, mi señor? Entonces, ¿a qué espera? Ataque, venza a los gigantes en desigual batalla, que aquí estaré yo, observando la fuerza de su ilustre brazo, para dar cuenta de su poder a mi señora Dulcinea.
-Dices bien- amigo Sancho-, y si muero dile que lo hice por defender...
-Basta de palabras. Los gigantes esperan...
-No habrá peligro, si no que avancen...
-¿Tiene miedo vuesa merced?- replicó Sancho.
-Dígote, Sancho, que jamás se dirá de mí, que tuve miedo de gigantes ni encantadores. ¡Llegaos a mí, malandrines, y probad la fuerza de mi brazo!
Viendo que el escudero se apartaba, sujetó a Rocinante, que pastaba con gran placer, y le obligó a comenzar el galope. Sancho, mientras tanto, no dejaba de reírse para sus adentros de la simplicidad de su amo, mientras acariciaba al rucio, al que decía:
-Voy a anotar esta historia, tal vez pueda venderla a uno de esos ciegos que van por las ventas cantando romances. Si mi amo es tan imbécil como me parece, tal vez vendiendo sus majaderías termine por comprarme una de esas ínsulas, que tan absurdamente me promete.
Después se acercó, cabizbajo, escondiendo con los puños la risa, a recoger los restos del maltrecho caballero.

jueves, 15 de abril de 2010

Sueño y Realidad

Anoche te vi entre mis brazos,
me dabas sonrisas y besos,
caricias que tanto he buscado,
amor teñido en silencio.

Hoy, despierto, te he visto,
tus ojos mataron mi piel.
Tus labios, que nunca consigo,
hirieron mi boca de sed.

Palabras dijimos, sencillas.
Miradas de oculto furor.
Te quiero, pasan los días,
y siempre alejados los dos.

He sentido en ti el fuego
callado, por miedo a expresar.
Al separarnos, tu cuerpo
forjaba mi soledad.

martes, 13 de abril de 2010

Soneto Absurdo

    Un hombre paseaba junto al mar
cuando vio una lámpara entre la arena
la frotó hasta que salió una sirena
que le habló y dijo: “debes meditar,

pues dos cosas que quieras te he de dar”.
“¿De donde vienes, muchacha morena?”
dijo el hombre. “Soy una genio buena”
respondió. Y el hombre se puso a pensar.

“Lo que más quisiera es saber nadar”.
“si es eso lo que quieres: concedido”.
“concédeme esto otro que te pido

nada más te voy a solicitar:
quisiera vivir en mucha agua, mucha”.
Y quedó convertido en una trucha.

sábado, 10 de abril de 2010

Tristeza

Brindo por aquel beso que nunca recibí.
Por los labios abiertos que no son satisfechos.
Por los poetas medianos, que mantienen las brasas
para que otros aviven la hoguera de la poesía.
Por las noches perdidas, sin risa ni entrega.
Por los que se apartaron para no pisar a los demás.
Por el recuerdo de los sueños destrozados.
Por los que dudan sin temor a equivocarse.

jueves, 8 de abril de 2010

Anzuelo

A veces tiro el anzuelo,
Y me salen, enredados,
Tus ojos negros.

sábado, 3 de abril de 2010

La Torre Eiffel (2ª Parte)

Vendedor.- Lo quieren todo. Desean dominar el mundo e imponer sus costumbres. Ésta es la foto de la torre Eiffel.
Cliente.- A ver... ¿Así es la torre? Demasiado hierro, ¿no?
Vendedor.- Tiene forma de ciprés. Es un dicho que se usa en francia. ¿Lo conoce?
Cliente.- No.
Vendedor.- Dice: planta cuatro cipreses en forma de cuadrado. Junta la cabeza de los cuatro, y tendrás la torre.
Cliente.- ¿Eso dicen los franceses?
Vendedor.- Justamente.
Cliente.- ¿De esa manera? Quiero decir, ¿en castellano?  ¡Tiembla, Nepal! ¿Dónde estará Nepal?
Vendedor.- A mí no me pregunte. Yo vendo enciclopedias, no ordeno países. Además, entre nosotros, he decidido ignorarles.
Cliente.- ¿A los nepalís?
Vendedor.- Sí. Es una buena estrategia. Intentan adueñarse del mundo, pero si nosotros ignoramos dónde están, y ellos ignoran dónde  estamos nosotros... ¡no podrán atacarnos!
Cliente.- Salvo que lo hagan por error.
Vendedor.- Eso sería atroz. Afortunadamente, aún estamos lejos de Nepal.
Cliente.- Está al sur ¿verdad?
Vendedor.- Estooo, sí. Pegado a África. Junto a las Canarias. Es un gran continente, lleno de animales exóticos y frutas tropicales. De allí surgió el mango.
Cliente.- ¿Y la guayaba?
Vendedor.- No lo sé. Lástima no tener una enciclopedia.
Cliente.- Pero usted, ¿no posee una?
Vendedor.- ¿Está loco? ¿Sabe el espacio que ocupan los veinticuatro volúmenes? Haciendo un cálculo aproximado, sin exagerar: casi veinticuatro veces lo que ocupa éste.
Cliente.- Sí, pero la fotografía es muy bella. Me recuerda a una novia que tuve. Era igual a la torre.
Vendedor.- ¡Qué mujer más extraña!
Cliente.- Sí. Una mujer muy altiva. Además, era fría como el hierro. Lo cual, en verano, resultaba muy agradable... con ella proyecté todos los viajes que nunca hice en la vida: París, Albacete, Nueva York, Albacete, Esquivias, Albacete...
Vendedor.- ¡Qué obsesión con Albacete!
Comprador.- Albacete siempre era el viaje de vuelta. Vivíamos allí, ¿sabe? En la tercera planta de un piso pequeño. Éramos muy felices.
Vendedor.- ¿Es bonito Albacete?
Comprador.- Nunca vi la ciudad. Por lo general paseábamos alrededor del edificio. Enseguida nos sentábamos a discutir. Las parejas tienen tanto que discutir...
Vendedor.- Te puedes pasar horas discutiendo.
Comprador.- ¡Qué recuerdos! Los días de lluvia dejábamos un paraguas colgando de la ventana.
Vendedor.- ¿Un paraguas?
Comprador.- Sí. Servía para evitar que nos robasen. Si el paraguas estaba en la ventana, significaba que estábamos en casa. Y sin embargo salíamos.
Vendedor.- Con otro paraguas.
Comprador.- ¿Eh? No, no. No teníamos otro. Nos mojábamos. Por eso solíamos pasear alrededor del edificio. Si la lluvia se volvía más densa, volvíamos al piso. Entonces cocinábamos. Cada día quemábamos una comida distinta.
Vendedor.- ¿No sabíais cocinar?
Comprador.- No. Pero tuvimos suerte. En el edificio de enfrente fue a vivir un matrimonio algo mayor. Ella era una experta cocinera.
Vendedor.- Os ayudaba.
Comprador.- Nunca lo supo. Mi chica la espiaba desde la ventana. Observó cómo cortaba las patatas, cómo cocía l carne, y estuvo a punto de aprender a hacer una paella... pero entonces, sin haberlo esperado, llegó la tragedia.
Vendedor.- (con angustia) ¿Murió?
Comprador.- Peor. Puso unas cortinas. En vano mi chica trató de adivinar lo que estaba haciendo: en lugar de arroz puso garbanzos; cebolla en vez de sepia, y confundió la paellera con una sartén. Una hora después los garbanzos seguían duros, y tuvimos que comer patatas. Pero todo aquello pasó. ¡Ay, la torre Eiffel, que me trae tantos recuerdos!
Vendedor.- (con tristeza) Uno de estos días, tal vez, la torre y toda Francia serán invadidos por los nepalíes.
Comprador.- ¡Qué horror!
Vendedor.- Es posible que, en estos momentos, ya se hayan anexionado China y Yemen.
Comprador.- ¿No podemos hacer nada?
Vendedor.- ¿Qué quiere que hagamos? Cuando un pueblo está dispuesto a morir, nada puede detenerlo.
Comprador.- Tenemos que matar a su general.
Vendedor.- Ya sabes lo que se dice: mala hierba nunca muere.
Comprador.- Sí, pero ganas y armas vencen batallas.
Vendedor.- Claro, aunque el que mucho abarca poco aprieta.
Comprador.- Recuerda que en boca cerrada no entran moscas.
Vendedor.- No lo entiendo.
Comprador.- Que iremos a Francia, calladitos, a defender la torre, porque el que anda con lobos, a aullar aprende.
Vendedor.-  Y es que quien tiene boca, se equivoca.
c.- ¡Ssssh, calla! Tal vez nos estén escuchando. Será mejor que entremos.

jueves, 1 de abril de 2010

La Torre Eiffel (1ª Parte)

Vendedor.- Buenos días. Usted no necesita ninguna enciclopedia, ¿verdad? Ha sido un placer (se da la vuelta)
Cliente.- No, espere. Lo cierto es que nunca he comprado una. ¿Podría decirme para qué sirven?
Vendedor.- ¡oh! No son gran cosa, no crea. Se trata de veinte libros lujosamente encuadernados, llenos de hojas y letras de color negro.
Cliente.- ¿Sin fotografías?
Vendedor.- Con fotografías. Pero nada en especial. Las típicas imágenes de políticos y monumentos antiguos. Nada que no pueda ver en internet.
Cliente.- ¿Muchas fotos?
Vendedor.- Un centenar, aproximadamente.
Cliente.- ¿Alguna con la torre Eiffel?
Vendedor.- Es posible.
Cliente.- Entonces me interesa. ¿Cuánto cuesta?
Vendedor.- ¿Va a comprarme una enciclopedia porque contiene una fotografía de la torre Eiffel?
Cliente.- (justificándose) Es que nunca estuve allí. Me gustaría poder verla.
Vendedor.- Haberlo dicho antes. Casualmente traigo conmigo el cuarto volumen, que creo que contiene esa foto que le gusta... ¿cómo se escribe Eiffel?
Cliente.- Lo importante no es cómo se escribe, sino cómo se lee... Busque primero sin hache.
Vendedor.- Sin hache. Es posible que aparezca de las dos formas. Supongo que conocerá el último descubrimiento lingüístico.
Cliente.- No sé de qué descubrimiento me habla.
Vendedor.- Han descubierto, parece ser, que todas las palabras se pueden escribir de las dos maneras: con hache y sin ella.
Cliente.- ¿Todas?
Vendedor.- Sí.
Cliente.- ¿Todas las palabras sin hache y con hache? ¿Hasta las que empiezan por vocal?
Vendedor.- También esas.
Cliente.- Eso es maravilloso. Eso va a revolucionar nuestro idioma. ¡Tiembla, english language, vamos por ti! Pero eso tendrá alguna explicación ¿no?
Vendedor.- ¡Claro! Parece ser que se pueden escribir de las dos maneras porque la hache no se pronuncia. ¡No tiene sonido!
Cliente.- ¡Cierto! La hache no tiene sonido... ¡No tiene sonido! Es maravilloso. Estaremos a la vanguardia del mundo. Volveremos a ser el país dominante, por encima de Estados Unidos y el Nepal.
Vendedor.- Del Nepal, tal vez no. Se dice que quieren invadir Rusia.
Cliente.- Son insaciables. ¿No les bastaba con haberse anexionado China y Noruega?

martes, 30 de marzo de 2010

La más Hermosa de las Mujeres

La más hermosa de las mujeres
Tiene por labios unos claveles,
Tiene dulzura, tiene cariño,
Tiene unos ojos que apuntan fijos
Al corazón.

La más hermosa, todo donaire,
Tiene guardadas trescientas llaves,
Para encerrar, en un espejo,
Todo dolor, todo lamento
Y desesperación.

La más hermosa, como un enigma,
Reparte flores con alegría,
Es tan centrada, y tan serena,
Que no te arroja su belleza
Sin compasión.

La más hermosa es tan bonita
Que si te habla, que si te mira,
Te deja alegre, también absorto,
Y así te inspira, poquito a poco,
Una canción.

domingo, 28 de marzo de 2010

Diez Años Después

Él no quería despedirse,
Ella se negaba al adiós,
Ambos tenían un sueño,
El mismo sueño los dos.

Las antorchas sombreaban
Las esquinas de la calle.
Para ella aún era pronto,
Para él demasiado tarde,

Él no quiso decir nada,
Ella la lengua mordió,
Dos caminos sin encuentro,
Dos extremos en amor.

Se cruzaron una tarde,
Más de diez años después,
El corazón les pinchaba
Por lo que no pudo ser.

Se acercaron con la lluvia,
Y en las risas del encuentro,
Con el cuerpo estremecido,
Se fundieron en un beso.

viernes, 26 de marzo de 2010

El Fuego

El fuego que me consume
No lo ha encendido el sol.

jueves, 25 de marzo de 2010

Palabras

Palabras,
tantas palabras
que no indican nada.
Recuerdos en la distancia
silencios, tristeza, llamadas
tu voz en mi voz, rasgo de esperanza
y luego, de nuevo, la calma
tu imagen en mí clavada
eso no indica nada.
Tantas palabras
palabras.

lunes, 22 de marzo de 2010

De Huevos

El creador, inspirado, ideó un huevo. Lo cascó contra la mesa y lo abrió. De él salió un ser con extremidades largas y una gran cabeza, que comenzó arrastrándose como el gusano para terminar a cuatro patas. De un impulso, el demiurgo le obligó a levantarse. Enderezó su cuerpo. Con una uña le aplastó las patas traseras, para que se sujetase en ellas. El creado, que notó sus movimientos, comenzó a andar de un lado a otro, mirando, riendo y llorando sucesivamente. Pronto comenzó a hablar, hablar, hablar y hablar. Su creador, aburrido, lo aplastó para dividirlo en dos. Había que ver aquello: ambos seres se miraban con curiosidad, se palpaban, y veían lo bien que se compenetraban. Al entrar en contacto se creían dioses y como a tales se trataban. Pronto comenzaron a destruirse y amarse a la par. Eso regocijaba al demiurgo, que, ora a uno, ora a otro, perjudicaba o ayudaba; bien dándoles palabras precisas con las que atacar, bien vaciándoles de ideas. Las peleas fueron cada vez más violentas, y los acuerdos cada vez menos duraderos. Hasta que el creador, harto de la tensión, los destruyó con la palma de la mano. Sus restos fueron a la gran papelera, junto con su recuerdo.
El demiurgo se aburría de nuevo, sólo en su infinito. En un acto involuntario, extrajo de la gran cesta un millar de huevos, y rompió todas las cáscaras sobre la mesa...

domingo, 21 de marzo de 2010

Colores

Eres la parte del mundo que buscaba.
Las letras de la frase que nunca pronuncié.
La melodía ajena. La hoja sin árbol.
El barro que forjó la hermosura.

He sentido tantas veces la belleza
del eco en flor de tu cadera de fuego,
de la campana de tu voz tan suave,
de las pedradas contra mi voluntad.

Estoy orgulloso de haber conocido
el vuelo de manos, el ruido de letras,
el cálido viajar de tus enormes ojos,
y el silencio taconeado de tu lengua de luna.

Desordeno las letras desde que no te veo.
Mas aún sostengo en los labios el pincel
que te daría colores que nunca has soñado
si un día quisieras moldear su forma.

sábado, 20 de marzo de 2010

Microrrelato

“El Miedo os Hará Libres”, gritaba aterrorizado debajo de la mesa.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El Camino

Si el camino es llano
me veré en tus ojos,
cuando sea rocoso
sobrará valor.
Aunque estás lejos
busco tu mirada,
ella me da calma,
cosas del amor.

Es probable que
sea larga espera,
que mi suerte quiera
que te pierda al fin.
Pero nunca olvido
tu pelo moreno,
ni besarte en sueños,
ni por ti vivir.

La noche se pierda,
caiga la mañana,
no importará nada
mientras tú no estés.
Recuerdo tus ojos,
te cuido en mis sueños,
sabes que te quiero,
firmado: Moisés.

martes, 16 de marzo de 2010

En Andaluz.

Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.

Ayer me vi tan abajo
Aquello no era ni vida
Que no me giren el mundo
Que quiero estar acá arriba.

Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.

Ayer, al borde del pozo
Lloraba por bulerías
Hoy río porque no lloro,
No lloro porque eres mía.

Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.

Ayer yo no era yo
Que otra me poseía
Y derramaba mis dones
Con estúpida malicia,
Ayer mi vida era amarga.
Hoy es amor y esperanza
Cada uno de mis días

Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.

viernes, 12 de marzo de 2010

Y Sin Embargo (plagiando a Sabina)

Ya ves, bien sabes
Que estás en mi cabeza,
Que cada uno de mis días
Por ti vivo con pena.
Y sin embargo es tu figura
Ya ves
La que me da la fuerza.
Porque vivir sin ti
No vale nada,
Es sólo llorar
Cada mañana,
Vagar sin rumbo,
Sin voz,
Ir dando tumbos.
Perderme tu sonrisa
Fresca y clara...

Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...

Y si quieres
Tal vez llegue algún día
Que me cuentes tus penas,
Tus ilusiones y alegrías.
Decirlo hoy, quizá, es prematuro
Mas siento que el futuro
Traerá nuevas sonrisas
Desaparecerá este otoño
Y comenzará una nueva vida.

Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...

Slapstick (fragmento)

Seguimos bebiendo. A cada copa un nuevo brindis. Brindamos por el cine, por el teatro, por los sueños incumplidos, por el sufragio universal y por el sabor del chocolate. Después me pidió que la besara. Esta vez no se dejó llevar, sino que aplastó mi cabeza contra la suya y succionó mis labios con toda su fuerza. Sentí lo mismo que con el beso anterior: sus labios no tenían sabor ni aroma.
- ¿Sabes?- me dijo- creo que podré quererte. Afortunadamente no eres uno de esos imbéciles que se pavonean como gallos, ni tienes un orgullo excesivo. Bueno, eres un poco pasivo para mi gusto, pero creo que podría cambiarte. La ropa no es adecuada. Se nota que no tienes criterio. Ya veremos... ¿otro brindis?
Estaba demasiado borracho como para saber lo qué hacía. Brindamos y nos dimos un tercer beso. Comenzaba a reírme de forma estúpida.
- Soy tuya- gritaba Cynthia-. Debemos casarnos cuanto antes. Me gustaría vivir junto a la costa. Pero tendremos que decidirlo entre los dos. ¿Sabes? Creo que también quiero dedicarme al cine ¿tú crees que tengo futuro?
Me encogí de hombros.
- ¿Eso que significa? Tal vez yo sea una actriz impresionante, y aún no te hayas dado cuenta, pequeño imbécil, ¡jajaja! Tendré mi nombre en rotulos dorados. Y la gente dirá ¿has visto lo último de Cynthia? Pero ¿me escuchas?
No la escuchaba. Simplemente trataba de mantener el equilibrio. Después de unos instantes de esfuerzo, caí sobre sus pechos.
- Reposa en mí- dijo ella, y siguió hablando.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Arquitectura

Yo mismo aplasté la tierra,
diseñé las columnas,
coloqué cada pieza
en su lugar, buscado
con medición exacta.
Cuando terminé la obra,
Con rabia y aburrimiento,
A golpes destrocé las piedras
Y derrumbé todos mis sueños.

martes, 9 de marzo de 2010

En el Mercado

“Hoy es un día de honor y de gloria”,
Decía una cucaracha en mitad del mercado,
“ante la lucha recordad las que han quedado
en el camino, y luchad por su memoria”.

“En cada pata un arma para la victoria,
Vuestro caparazón es coraza de soldado
Ocupemos el pueblo, y también el de al lado,
Que hoy tenemos que escribir la historia”

“Mirad vuestras patas, mirad vuestras antenas,
¡Qué belleza! Representamos la perfección.
Luchemos hoy, mañana quizá sea tarde”.

Marcharon a la conquista guerrera y apenas
Salieron murieron a botas de la represión,
La última: la cabecilla heroica y cobarde.

lunes, 8 de marzo de 2010

El Poema de la Chistera (Igual que surge, volverá dentro)

Hoy me he colocado la otra chistera.
La que no guarda pañuelos, ni cartas,
ni lazos, ni siquiera una paloma.
Sino aquellas palabras, gastadas,
pintadas de cielo, que tanto te gusta oír.
Así que atenta, ya voy... ¡Alehop!
¿Qué ocurre? ¿Qué es esto?
Un perro, un caballo, un polo rojo,
una llave vulgar con la palabra "LUZ",
papeles y más papeles tintados con versos,
y el reflejo de unos ojos inolvidables.

viernes, 5 de marzo de 2010

"Amanda". Fragmento.

Porque, aunque no nos guste, la belleza siempre triunfa, aniquila y destruye lo que tiene alrededor. Máxime si se topa con la sensibilidad.

jueves, 4 de marzo de 2010

Los Escritores. Relato Breve.

Al otro lado del pasillo, sentados en cajas de madera y anotando cuidadosamente cada uno de sus pensamientos se encontraban no menos de un centenar de hombres.

- ¿Quiénes son estos? – Pregunté.
- Gente sin importancia. Los escritores.

Con escasa luz y manos temblorosas algunos daban final a sus creaciones mientras otros estaban comenzando. De vez en cuando alguno miraba descaradamente lo que hacía otro, y luego resoplaba y seguía con su obra.

- ¿Por qué están tan juntos? ¿Acaso no hay espacio para ellos en esta tierra?- pregunté.
- ¿Dónde les íbamos a meter? Son inútiles para la sociedad. Pasan las horas anotando y anotando. Su fe es criticar. No hay día en que no protesten contra algún aspecto en esta sociedad en que vivimos. Como comprenderá esa no es una actitud adecuada. Admito que en otro tiempo el hombre podía aspirar a mejorar la convivencia y el modo de actuar en el mundo, pero eso hoy en día son zarandajas. El mundo está bien como está, y nadie desea cambiarlo. Salvo estos soñadores. Por eso están aquí: para que no infecten sus ideas a los demás. En cualquier caso les hacemos creer que nos interesa lo que escriben, incluso les damos un premio de vez en cuando. Así todos somos felices: ellos pensando en lo influyentes que son y nosotros al pensar que sólo son hombres que anotan tonterías. ¿Me comprende?
- Ellos creen que son importantes.
- Sí.
- ¿Y por qué no les sacan de su error?
- No nos conviene. Cuando uno de ellos piensa que es el más importante trata de que los otros no lleguen a su altura. Observe, por ejemplo, a aquel que lleva el abrigo rojo. Anteayer le dimos el premio nacional de novela. Tenía que haberle visto al recibirlo ¡qué de melindres y muecas! Se creía poderoso. Por eso ayer, al ver que el que tiene a su izquierda estaba escribiendo algo importante le quitó en un descuido la caja de madera e hizo que se sentase en el suelo para que le costase más escribir. Así terminará más tarde su obra.
- Sí que tiene una caja.
- Desde esta mañana. Nos interesa que se lleven mal entre ellos, pero no que nos acusen de encubrir sus malicias, por eso se la dimos.
- Comprendo.
- ¿Qué le parece el lugar?
- No me agrada demasiado. Pero si este es mi sitio...
- Sí.
- ¿No me puede dar un asiento junto a la ventana?
- No puedo. Me acusarían de favoritismo.
- Entiendo.

Di un codazo por aquí, otro por allá y conseguí colocarme sobre una caja vacía. Todos me miraron con sorpresa, y a alguno oí que ya estaban suficiente apretados para que llegase otro nuevo, pero al instante siguieron con sus creaciones. Yo saqué unas cuartillas y comencé a escribir. El que estaba a mi derecha leyó las primeras frases y dijo:

- Eso no vale nada.

El que estaba a su diestra observó:

- Lo tuyo tampoco.

Y así fueron hablando, uno por uno, todos los que se encontraban en la mesa. Mientras, yo suspiraba por lograr un hueco junto a la ventana...

martes, 2 de marzo de 2010

De Barro y Piedra. Bolero

Cantas en mis oídos,
bailas la danza de mi destino,
repites frases que yo no he dicho
entre rojizas hojas de espinos,
y, cuando caigo, nunca es contigo.

Tienes ojos de fuego,
que encienden, presto, en mí el deseo,
siempre te sigo como un enfermo,
siempre a tu lado, y no te tengo,
porque en tus brazos nunca me encuentro.

Eres la luz que da la tierra,
mezcla de barro, de sangre y piedra,
mi desaliento y mi condena,
el mecanismo que me da cuerda,
es que te quiero aunque no quiera.

Estás hecha de viento,
de la belleza que dan los sueños,
de madrugadas, y de desvelos,
de ilusiones y de recuerdos,
de mil sonrisas, caricias, besos...

domingo, 28 de febrero de 2010

Nudos

Los nudos complicados- dijo la modista- son aquellos que no se ven.

viernes, 26 de febrero de 2010

Andrea en el Vacio. Fragmento

- Qué chiquilla tan distinta a mí- se decía-. Hemos vivido juntas tantos años y nunca he sido capaz de entenderla del todo. De lo poco que sé es que la encanta salir a bailar, que es muy nerviosa, y que tiene un corazón inmenso, capaz de dar cariño a todo el que lo necesite. Afortunado será el muchacho que sepa cómo conquistarla. Porque, por otro lado, mi Maribel es muy reservada, y no es fácil saber en que está pensando, o lo que desea. Es inquieta y muy nerviosa, tal vez sea ese su único defecto. Pero tiene una gran virtud, quizá la mayor que pueda encontrarse, y es que es muy risueña. Todo le hace reír. Así era de pequeña, y afortunadamente no ha cambiado, aun cuando motivos ha tenido para entristecerse; tantos motivos... siempre ha sabido encontrar la parte absurda a todo, y ha hallado la forma de reírse de cualquier conflicto. Me encanta su carácter, sí, ojalá pudiese ser igual a ella...

martes, 23 de febrero de 2010

Heridas Profundas.

- ¿Puede más un beso que una espada?- Pregunté, riendo.
- Sin duda- dijo- pues produce una herida más profunda.
- Pero el daño físico será menor- repliqué.
- De algunas cicatrices- añadió, guiñando un ojo-, no se sana jamás.

lunes, 22 de febrero de 2010

Viajero

No soy el gigante de barro
que vive tumbado
debajo de un arbol,
mirando su hogar.

Soy sólo un viajero
que piensa en silencio
coplas de otros tiempos,
camino del mar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Nunca.

Nunca he pedido cumplirlos,
y no espero merecerlos,
sólo quiero, al acabar el día,
seguir tejiendo mis sueños.

sábado, 20 de febrero de 2010

Pretendo Alcanzar al Viento

Pretendo alcanzar al viento
para preguntar mis dudas:
Por qué se lleva las nubes.
Por qué arrastra el aroma.
Por qué las hojas le huyen.
Por qué me siento tan solo.
Por qué nunca me responde.
Por qué no lo puedo alcanzar.

viernes, 19 de febrero de 2010

Una Tarde

Una tarde de verano
abrí los ojos,
tumbado a la sombra
dormida de un olmo.
Y el viento trajo
aroma de tierra,
sabor a barro.

Una tarde caí,
sin esperanza.
El otoño me dio
sus hojas pardas.
Hojas que llegan
repitiendo mi nombre
mientras que vuelan.

Una tarde tan fresca,
entre mis dedos
una linda muchacha
me daba besos.
Bajo una encina,
sonrisas, placer,
miel y semillas.

Una tarde de lluvia,
pelo tan negro,
el viento se esparce
entre mis dedos.
Le dije: ¡Espera!
Que aún es pronto
para la tierra.

Una tarde azul,
dos caminantes
pisando las hojas
que trae el aire.
Mientras, debajo,
con alegre semblante,
comen gusanos.

jueves, 18 de febrero de 2010

El Barco de Madera

Aquel barco de madera
encallado esta en el mar;
ya no tiene popa,
timonel ni capitán.
Las algas le rodearon,
y tomaron el lugar.
el sol, en la cubierta,
pasea con libertad.
Unos peces amarillos
lo recorren al pasar.

Nadie se acuerda del barco,
ni que tuvo capitán,
yace así desde hace siglos
y así siempre estará:
bajo los rayos del sol,
sobre las olas del mar.

Al Mar

Al mar lancé mi último grito.
Sobre las olas marchó, y el eco,
Burlón, que me esperaba,
Repitió mis pensamientos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Sentado

Sentado a la sombra
de un árbol muy viejo,
observo un charco,
y veo el reflejo
de las ramas caídas,
de las hojas enormes,
de la traicionera poda
que realizaron los hombres;
del color ya amarillo
que sombrea sus hojas,
del azul del cielo,
de las ramas rojas;
de la luna breve,
de la nube blanca,
del aire que me mueve
y que me llevará mañana.

Al Atardecer

Al atardecer, cualquier sombra vulgar se magnifica.

El Encuentro

- Qué haces esta noche- preguntó a aquella mujer, que lo miraba con desprecio.
- Me ahorcaré en el Puente de Segovia- respondió, con indiferencia.
Él se entristeció. Después acercó sus labios al rostro de ella.
- No sé qué te ocurre, pero puedo ayudarte. Sé mucho de estas cosas. Durante unos años salí a faenar...
- ¿Eras pescador?- preguntó ella, intrigada.
- Sí- dijo él-; y si yo anudo la soga, no la quebrará tu peso.

lunes, 15 de febrero de 2010

¡Clavada!

Clavada, clavada,
como agua salada,
profunda en mi alma,
de tanto golpear.
aunque no lo quiera
tus ojos encierran
agua de ribera
camino del mar.

Clavada, clavada,
madera de estaca,
hundiste la balsa
de mi libertad.
Mis ojos te anhelan,
tenerte quisiera,
robó tu belleza
mi voluntad.

domingo, 14 de febrero de 2010

Metáfora de la Vida Moderna

La escalera mecánica que te lleva a las alturas, puede cambiar de dirección.

sábado, 13 de febrero de 2010

Ajmátova

Entorna los ojos. La pluma, que nació esmeralda, ha perdido su humedad. Palabras repetidas. Sin brillo ni color, que emergen entre rayos y espuma. Fuego en las manos. Brasas en las mejillas. Respirar, algunas veces, es una forma de lucha. Canto sin voz. Sonrisa sin luna. Noche sin flores. Campo de lobos que arrancan, voraces, las cuerdas desgarradas del dolor. Cansancio de gritar que son tinieblas lo que disfrazan de luz. Soledad. Amargura. Susurro. Adiós.

jueves, 11 de febrero de 2010

En la hora Nocturna

Esta es la hora de la despedida.
Todo se ha quebrado.
Recojo con angustia
Los restos de mi pasión.
Me alejo mientras mis labios
Repiten como un acorde:
¡Y yo la quería, caray,
vaya si la quería!
Una campana golpea
La noche con su estruendo.
Ya son las doce,
Hora dulce del sueño,
De la vida oscura,
Y de la despedida.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Los Sueños. Microrrelato

Con arena forjé mis sueños. Contra el viento los sostuve. Con el agua los perdí.

martes, 9 de febrero de 2010

Ya Regresé

Ya regresé de aquel lugar
donde me brilla el corazón,
donde las noches son radiantes
y el peso de mi soledad
se hace liviano y furtivo.
Ya regresé. Pero algunos sentimientos,
tan tiernos, tan profundos,
se han quedado alli,
esperando por siempre
un nuevo viaje al paraíso
que se adorna con recuerdos.

lunes, 1 de febrero de 2010

Un Año de Libertad. Agradecimiento

Llegó a mí
sin que jamás la buscara,
revoloteó mi vida
dejando tanto desorden
como cariño embriagador.
Ahora quiere marcharse
tan callada como vino.
yo la quiero, lo sabe,
no le importa
simplemente huye
a pleno día, sonriendo
sin mirar atrás.

sábado, 30 de enero de 2010

"Pilar y Velazquez". Fragmento

- No, no- corroboró Velázquez- las palabras se crearon para confundir, para engañar, para modelar a los demás según nuestro propio interés.
- No tienen importancia- admitió Pablo.
- Lo único importante son los actos. Por ellos conocerás a las personas. No importa lo que digan, sino lo que hagan. Ahí está la solución al enigma. Porque los gestos, los actos, pueden ser cubiertos por millones de palabras, pero éstas no les podrán quitar su esencia. Hay que saber mirar, leer en los corazones de los hombres, sólo así sabrás quienes valen la pena y quienes son unos farsantes.

jueves, 28 de enero de 2010

Todo

Lo sabía todo del comportamiento humano: luchas, miedos, fracasos y alegrías; pero jamás, y esto era lo más doloroso, pudo comprenderse a sí mismo.

miércoles, 27 de enero de 2010

La Balanza

Cuando todo está perdido
Y no queda ni esperanza
Entonces se equilibra,
Misteriosa, la balanza.
Entonces todo se puede.
Entonces todo se alcanza.

sábado, 23 de enero de 2010

La Sombra de mis Pasos

Tienes la sombra de mis pasos:
Los sueños que un día borró
Mi corazón forjado en la noche.
Tienes la luz y las promesas,
Los labios que me fascinaron,
Todo aquello que buscaba.
Tan lejana y distante, tan morena.
Tan alegre, tan dulce, tan sensual.
Déjame al menos amarte
Desde la sombra que da el atardecer.
Déjame al menos admirar
El perfume de tu alegre camino.
Déjame al menos que me quede
Aquí, deteniendo el tiempo
Y la luna. Sin recodo que caminar.
Sin tu vera, sin esperanza. Caído,
Derrumbado, roto, a los pies
De la estatua del amor.

Unos Labios

Unos labios ansío,
Unos labios espero.
Unos labios de amor
Que besen mi silencio,
Y disuelvan las brumas
Traídas por el viento.

Unos labios rosados.
Y unos ojillos negros.
Y una voz de ternura
Que se clave aquí dentro,
Y me arañe el dolor
Justo en el medio.

Unos labios tan dulces
Que tengo y no tengo.
Porque los siento míos
Y a la vez están lejos.
Porque sé que me buscan
Pero me son ajenos.

Unos labios tan suaves,
Tan breves, tan bellos.
Unos labios cariñosos
colmados de sentimientos,
Que apaguen la luz
Y sequen mis versos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Cuando Despierte

Cuando despierte
No recordaré
Tu cara, tu cuerpo,
Serás sólo un sueño
Del anochecer.

Cuando despierte,
Y no oiga tu voz,
Besaré en la almohada
Restos que en el alma
Quedan de este adiós.

Cuando despierte,
Ajeno a tu luz,
No sabré ni dónde
Perdí en la noche
Besos y salud.

Cuando despierte,
Solitario y serio,
Sabré que por algo
Me inunda el cansancio,
Y me hago más viejo.

lunes, 18 de enero de 2010

Piedra

Cuando a veces me observo,
Donde quiera que miro,
Encuentro trozos de piedra
Rasgada de mis bolsillos.

Tantos pedazos rallados
Que son migas de esos sueños
Que ya no puedo cumplir,
Pues murieron en el tiempo.

Un día, aún lejano,
Mis ropas llenas de arena
Dejaré allende el mar.

Y el rostro, del sol quemado,
Mostrará restos de penas
Junto con felicidad.

viernes, 15 de enero de 2010

El Fin del Mundo

¡Que otro sostenga los planetas!
Dijo, ya anciano.
Y sin esperar la respuesta soltó todos a un tiempo.

martes, 12 de enero de 2010

Una Risa, Un Eco

Una risa, un eco. Una voz
Tanto tiempo esperada.
Una mecha que se enciende,
Que no quema, pero inflama.
Un sueño que, de tanto
Manejarlo, se escalabra.
La espera, si no de amor,
Que al menos sea de esperanza.
Un sabor a belleza eterna
Que desgrana en la garganta:
A flores silvestres, a lluvia,
A camino entre manzanas.
Un calor que, en la piel,
Las cicatrices amansa.

jueves, 7 de enero de 2010

La Carta

Hoy, al fin, lo he comprendido:
te quiero más que a mí mismo,
más que a mis sueños perdidos,
más que a la tierra y el trigo.

Contra este amor me rebelo
porque no recibe el eco:
no es un amor verdadero
aquel que vive sin dueño.

Porque te miro y sollozo,
porque repito, cual loro,
palabras que sólo un tonto
expresa de lo más hondo.

Te siento como a ninguna,
me entrego a ti sin usura,
pero tú no tienes dudas:
tu corazón no se inmuta.

Ésta es mi carta, con pena
esperaré la respuesta.
Envíala a la taberna,
que estoy bebiendo tristeza.

miércoles, 6 de enero de 2010

Es Extraño

No soy rama ni arbusto
Y me voy quebrando por dentro.
No soy nube ni niebla
Pero me entrego en cascada.
No soy vela o cerilla
Y sin embargo me apago...

lunes, 4 de enero de 2010

El Licor

Prueba- le dije- tu también
Este licor fatal
Hecho de miel y amargura.
Toma. Yo mismo
Te sirvo la copa
¡Vamos a brindar
porque el amor
triunfe por encima de todo
lo miserable del mundo!
Brindó, y al acabar
Volcó la copa en mis pies.