sábado, 30 de octubre de 2010

Nocturno. Soneto

Necesito el olor del tabaco
Quemando suavemente los labios.
Notar el humo contra los párpados:
Esta noche me siento abandonado.

    Quisiera despertar entre unos brazos
Cobijarme en ellos, agotado,
Es imposible: de todo me canso,
De amigos, mujeres y trabajo.

    Es la una. Pasean los borrachos,
Deambulan con los bares cerrados.
Y yo aquí, fumándome el cansancio.

Fin del placer, se acabó el cigarro.
En cinco horas de nuevo al trabajo...
Un día más de mi vida he quemado.

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