jueves, 11 de febrero de 2010

En la hora Nocturna

Esta es la hora de la despedida.
Todo se ha quebrado.
Recojo con angustia
Los restos de mi pasión.
Me alejo mientras mis labios
Repiten como un acorde:
¡Y yo la quería, caray,
vaya si la quería!
Una campana golpea
La noche con su estruendo.
Ya son las doce,
Hora dulce del sueño,
De la vida oscura,
Y de la despedida.

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