Un hombre paseaba junto al mar
cuando vio una lámpara entre la arena
la frotó hasta que salió una sirena
que le habló y dijo: “debes meditar,
pues dos cosas que quieras te he de dar”.
“¿De donde vienes, muchacha morena?”
dijo el hombre. “Soy una genio buena”
respondió. Y el hombre se puso a pensar.
“Lo que más quisiera es saber nadar”.
“si es eso lo que quieres: concedido”.
“concédeme esto otro que te pido
nada más te voy a solicitar:
quisiera vivir en mucha agua, mucha”.
Y quedó convertido en una trucha.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Moraleja: ten mucho cuidado con tus deseos, pués se pueden convertir en realidad.
ResponderEliminar