jueves, 30 de septiembre de 2010

Pilar y Velázquez (Fragmento)

- Por eso le preguntaba si puede seguir pintando.
- Sí, claro que puedo. Es mi forma de expresión.
- Verá... he venido desde Barcelona para buscarle, porque quiero que me...
- Diga, diga.
- Que me pinte un retrato.
Velázquez se sintió halagado, aunque no quiso admitirlo.
- Para ese tipo de cosas es mejor Goya. Todo un especialista en retratos. Recuerde las majas. Eso sí, pídale que le pinte vestida, porque desnuda...- comenzó a reír- quizá no salga usted muy favorecida.

Pilar enrojeció. Golpeó cariñosamente al pintor y protestó con suavidad.

- ¡Oh, no, no! No lo digo por su belleza. Salta a la vista que es una mujer preciosa. Me refería al arte de don Francisco, que, en fin, los desnudos no son su especialidad...
- No quiero que me pinte Goya- protestó Pilar.- Me gustan sus pinturas, pero no tanto ser representada por el aire  junto a una montaña, ni enterrada en arena, o en alguna de sus terroríficas visiones. Mi ideal sería un retrato como tu Venus del Espejo. O, mejor aún, aunque no me atrevo a decirlo: como una de las Meninas.
Velázquez rompió a reír. Su risa, tan pétrea, retumbaba en todas las salas del museo. Un vigilante acudió para mandarle callar.
- ¿Una menina? ¿Quiere que la pinte como una menina? ¿y por qué?
- Me fascina esa obra.
- ¡Ah! No como a una menina, sino como un personaje del cuadro que pinté a la princesa Margarita. Pero yo no suelo repetir mis obras. Tendría que pintarla de otra manera distinta.
- No importa. No, en absoluto. Pínteme como desee. En mi casa tengo dos lienzos dispuestos, sólo falta que usted decida las mezclas de pintura.

Velázquez dudó. Se levantó y paseó de un lado a otro de la sala, siempre mirando a Pilar desde todos los ángulos posibles. Ésta, entusiasmada, se giraba a uno u otro lado según él se lo pedía. Mientras la observaba, el pintor movía las manos en el aire, buscando las formas que quería obtener. De vez en cuando negaba con la cabeza, irritado, porque no conseguía la posición idónea. Entonces cerraba los ojos, se desesperaba, y al abrirlos de nuevo veía a su modelo de una manera distinta. Pasaron más de quince minutos, hasta que, derrumbado e incapaz de ver la forma de su futura obra, se dio un cabezazo contra la pared del fondo, lo que produjo que de la cabeza se le desprendiese un trozo en forma de arenilla.
Pilar, conmovida, acudió a él y le consoló como pudo.

- No pasa nada- le dijo- es el primer intento.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Microrrelato

Quiero Volar, dijo el aprendiz de globo mientras ocultaba en las entrañas una saeta.

martes, 21 de septiembre de 2010

Monólogo de Salvador (Fragmento teatral)

Qué hermosa la roca! Desde aquí parece que tiene una capa de cristal verde que la inunda de luz y la protege de las ondas del agua. Daría todo lo que poseo por estar allí. Y bien mirado puedo darlo todo, porque no me quedan más que unas gotas de vida. ¿Qué pasa, entonces, con aquello que has amado? ¿Todo se pierde, sin remedio? Estoy pisando este camino ¿quedará mi huella cuando ya no esté? Y si toco con la palma de la mano esta piedra, ¿alguien podrá ver la forma de mis dedos y reconocerme?- La muerte negó con la cabeza.- Entonces, todo lo que he sido está condenado a perecer. Creo... creo que no quiero morir.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La Habitación (Fragmento)

Carlos.- Este armario tiene la medida exacta. Además es rígido, y sabe albergar secretos por los que se pagaría mucho dinero. Sus patas, tan furiosamente establecidas, le dan un rigor y una fortaleza perdurable. Ya no se hacen muebles así. Ahora se acorchan, se encogen y pierden color con los años. ¿No estás de acuerdo?
Bretón.- Supongo.
Carlos.- Éste podría soportar el peso de un hombre. Tal vez tumbado...

Se mete en el interior. Trata de tumbarse, pero no lo logra.

Carlos.- Es incómodo. Huele a sudor y humedad. No es agradable estar aquí adentro. Si así es como viven los caracoles, no me extraña que pasen su vida soltando babas y moco.
Bretón.- Eres un ignorante.
Carlos.- ¿Por qué? ¿Acaso no sueltan babas los caracoles? ¿Acaso no se les llama gasterópodos? ¿Eh? Me repugnan los gasterópodos, siempre arrastrándose por el suelo. Su único fin es ser pisoteados. ¿Te has dado cuenta?
Bretón.- ¿De qué?
Carlos.- Estoy dentro de un armario, que está dentro de una habitación, que está dentro de una vivienda, que está dentro de un edificio, que está...
Bretón.- Vamos, cállate.

Carlos sale del armario y lo cierra. Se acerca a la parte izquierda.

Carlos.- Aquí pondremos una estantería para libros. ¿Tienes libros?
Bretón.- Algunos.
Carlos.- ¡Los libros! Miles de hojas explicando el mundo, y ninguna sirve para nada.
Bretón.- Hablas de lo que no conoces.
Carlos.- Y lo que es peor: los que escriben no saben vivir. Maldito oficio.
Bretón.- ¡Qué sabrás de literatura!
Carlos.- No puede salir nada bueno del cerebro humano. No estamos diseñados para la belleza ¡No me interrumpas! Estamos corrompidos. Un  hombre perfectamente bueno, es un perfecto imbécil. Sabes que tengo razón...
Bretón.- El arte está por encima de ti, eres incapaz de diferenciar un lobo de una oveja.
Carlos.- ¡Por los cuernos!
Bretón.- ¿Qué cuernos?
Carlos.- ¿A quién defiendes? ¿Qué sabes de arte?

Bretón se encoge de hombros.

sábado, 11 de septiembre de 2010

A Veces

Algunas veces me quieres
Mas cuando abro los ojos
Siempre te desvaneces.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Ya No.

(Aunque me hierva la sangre
Acariciando tu pelo
Somos dos seres tan opuestos
Que, dices, no cabe el amor)

Quería llegar a viejo
Contigo a mi lado,
Esperaba que tus ojos
Se fijasen siempre en mí,
Quería besar tu cuerpo
Para curarte el cansancio,
Quería un imposible,
Es lo que tiene el vivir.

Ahora, al fin, he comprendido
Que no bastan los sentimientos
Que cada nuevo día
Todo cambia en la vida,
Que somos tan distintos
Que no cabe entendimiento
Y digo mientras te olvido:
¡Caray, cuánto te quería!

Triste te escribo esto
Y tú lees y callas,
Recuerdo tu alegría,
Eso cuenta al final.
Antes de que, por pena,
Me digas que me amas
Prefiero tu silencio
¿de qué sirve hablar?

Ya no busco tu carne,
Ya no anhelo tus besos,
Ya no espero tus labios
Ni ansío su sabor.
Cuando pienso en tus ojos
Me pierdo en mil recuerdos
Por ti viví en sueños,
Por ti esta canción.