sábado, 13 de febrero de 2010
Ajmátova
Entorna los ojos. La pluma, que nació esmeralda, ha perdido su humedad. Palabras repetidas. Sin brillo ni color, que emergen entre rayos y espuma. Fuego en las manos. Brasas en las mejillas. Respirar, algunas veces, es una forma de lucha. Canto sin voz. Sonrisa sin luna. Noche sin flores. Campo de lobos que arrancan, voraces, las cuerdas desgarradas del dolor. Cansancio de gritar que son tinieblas lo que disfrazan de luz. Soledad. Amargura. Susurro. Adiós.
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