Hoy me he colocado la otra chistera.
La que no guarda pañuelos, ni cartas,
ni lazos, ni siquiera una paloma.
Sino aquellas palabras, gastadas,
pintadas de cielo, que tanto te gusta oír.
Así que atenta, ya voy... ¡Alehop!
¿Qué ocurre? ¿Qué es esto?
Un perro, un caballo, un polo rojo,
una llave vulgar con la palabra "LUZ",
papeles y más papeles tintados con versos,
y el reflejo de unos ojos inolvidables.
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