La más hermosa de las mujeres
Tiene por labios unos claveles,
Tiene dulzura, tiene cariño,
Tiene unos ojos que apuntan fijos
Al corazón.
La más hermosa, todo donaire,
Tiene guardadas trescientas llaves,
Para encerrar, en un espejo,
Todo dolor, todo lamento
Y desesperación.
La más hermosa, como un enigma,
Reparte flores con alegría,
Es tan centrada, y tan serena,
Que no te arroja su belleza
Sin compasión.
La más hermosa es tan bonita
Que si te habla, que si te mira,
Te deja alegre, también absorto,
Y así te inspira, poquito a poco,
Una canción.
martes, 30 de marzo de 2010
domingo, 28 de marzo de 2010
Diez Años Después
Él no quería despedirse,
Ella se negaba al adiós,
Ambos tenían un sueño,
El mismo sueño los dos.
Las antorchas sombreaban
Las esquinas de la calle.
Para ella aún era pronto,
Para él demasiado tarde,
Él no quiso decir nada,
Ella la lengua mordió,
Dos caminos sin encuentro,
Dos extremos en amor.
Se cruzaron una tarde,
Más de diez años después,
El corazón les pinchaba
Por lo que no pudo ser.
Se acercaron con la lluvia,
Y en las risas del encuentro,
Con el cuerpo estremecido,
Se fundieron en un beso.
Ella se negaba al adiós,
Ambos tenían un sueño,
El mismo sueño los dos.
Las antorchas sombreaban
Las esquinas de la calle.
Para ella aún era pronto,
Para él demasiado tarde,
Él no quiso decir nada,
Ella la lengua mordió,
Dos caminos sin encuentro,
Dos extremos en amor.
Se cruzaron una tarde,
Más de diez años después,
El corazón les pinchaba
Por lo que no pudo ser.
Se acercaron con la lluvia,
Y en las risas del encuentro,
Con el cuerpo estremecido,
Se fundieron en un beso.
viernes, 26 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
Palabras
Palabras,
tantas palabras
que no indican nada.
Recuerdos en la distancia
silencios, tristeza, llamadas
tu voz en mi voz, rasgo de esperanza
y luego, de nuevo, la calma
tu imagen en mí clavada
eso no indica nada.
Tantas palabras
palabras.
tantas palabras
que no indican nada.
Recuerdos en la distancia
silencios, tristeza, llamadas
tu voz en mi voz, rasgo de esperanza
y luego, de nuevo, la calma
tu imagen en mí clavada
eso no indica nada.
Tantas palabras
palabras.
lunes, 22 de marzo de 2010
De Huevos
El creador, inspirado, ideó un huevo. Lo cascó contra la mesa y lo abrió. De él salió un ser con extremidades largas y una gran cabeza, que comenzó arrastrándose como el gusano para terminar a cuatro patas. De un impulso, el demiurgo le obligó a levantarse. Enderezó su cuerpo. Con una uña le aplastó las patas traseras, para que se sujetase en ellas. El creado, que notó sus movimientos, comenzó a andar de un lado a otro, mirando, riendo y llorando sucesivamente. Pronto comenzó a hablar, hablar, hablar y hablar. Su creador, aburrido, lo aplastó para dividirlo en dos. Había que ver aquello: ambos seres se miraban con curiosidad, se palpaban, y veían lo bien que se compenetraban. Al entrar en contacto se creían dioses y como a tales se trataban. Pronto comenzaron a destruirse y amarse a la par. Eso regocijaba al demiurgo, que, ora a uno, ora a otro, perjudicaba o ayudaba; bien dándoles palabras precisas con las que atacar, bien vaciándoles de ideas. Las peleas fueron cada vez más violentas, y los acuerdos cada vez menos duraderos. Hasta que el creador, harto de la tensión, los destruyó con la palma de la mano. Sus restos fueron a la gran papelera, junto con su recuerdo.
El demiurgo se aburría de nuevo, sólo en su infinito. En un acto involuntario, extrajo de la gran cesta un millar de huevos, y rompió todas las cáscaras sobre la mesa...
El demiurgo se aburría de nuevo, sólo en su infinito. En un acto involuntario, extrajo de la gran cesta un millar de huevos, y rompió todas las cáscaras sobre la mesa...
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domingo, 21 de marzo de 2010
Colores
Eres la parte del mundo que buscaba.
Las letras de la frase que nunca pronuncié.
La melodía ajena. La hoja sin árbol.
El barro que forjó la hermosura.
He sentido tantas veces la belleza
del eco en flor de tu cadera de fuego,
de la campana de tu voz tan suave,
de las pedradas contra mi voluntad.
Estoy orgulloso de haber conocido
el vuelo de manos, el ruido de letras,
el cálido viajar de tus enormes ojos,
y el silencio taconeado de tu lengua de luna.
Desordeno las letras desde que no te veo.
Mas aún sostengo en los labios el pincel
que te daría colores que nunca has soñado
si un día quisieras moldear su forma.
Las letras de la frase que nunca pronuncié.
La melodía ajena. La hoja sin árbol.
El barro que forjó la hermosura.
He sentido tantas veces la belleza
del eco en flor de tu cadera de fuego,
de la campana de tu voz tan suave,
de las pedradas contra mi voluntad.
Estoy orgulloso de haber conocido
el vuelo de manos, el ruido de letras,
el cálido viajar de tus enormes ojos,
y el silencio taconeado de tu lengua de luna.
Desordeno las letras desde que no te veo.
Mas aún sostengo en los labios el pincel
que te daría colores que nunca has soñado
si un día quisieras moldear su forma.
sábado, 20 de marzo de 2010
Microrrelato
“El Miedo os Hará Libres”, gritaba aterrorizado debajo de la mesa.
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miércoles, 17 de marzo de 2010
El Camino
Si el camino es llano
me veré en tus ojos,
cuando sea rocoso
sobrará valor.
Aunque estás lejos
busco tu mirada,
ella me da calma,
cosas del amor.
Es probable que
sea larga espera,
que mi suerte quiera
que te pierda al fin.
Pero nunca olvido
tu pelo moreno,
ni besarte en sueños,
ni por ti vivir.
La noche se pierda,
caiga la mañana,
no importará nada
mientras tú no estés.
Recuerdo tus ojos,
te cuido en mis sueños,
sabes que te quiero,
firmado: Moisés.
me veré en tus ojos,
cuando sea rocoso
sobrará valor.
Aunque estás lejos
busco tu mirada,
ella me da calma,
cosas del amor.
Es probable que
sea larga espera,
que mi suerte quiera
que te pierda al fin.
Pero nunca olvido
tu pelo moreno,
ni besarte en sueños,
ni por ti vivir.
La noche se pierda,
caiga la mañana,
no importará nada
mientras tú no estés.
Recuerdo tus ojos,
te cuido en mis sueños,
sabes que te quiero,
firmado: Moisés.
martes, 16 de marzo de 2010
En Andaluz.
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer me vi tan abajo
Aquello no era ni vida
Que no me giren el mundo
Que quiero estar acá arriba.
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer, al borde del pozo
Lloraba por bulerías
Hoy río porque no lloro,
No lloro porque eres mía.
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer yo no era yo
Que otra me poseía
Y derramaba mis dones
Con estúpida malicia,
Ayer mi vida era amarga.
Hoy es amor y esperanza
Cada uno de mis días
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer me vi tan abajo
Aquello no era ni vida
Que no me giren el mundo
Que quiero estar acá arriba.
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer, al borde del pozo
Lloraba por bulerías
Hoy río porque no lloro,
No lloro porque eres mía.
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
Ayer yo no era yo
Que otra me poseía
Y derramaba mis dones
Con estúpida malicia,
Ayer mi vida era amarga.
Hoy es amor y esperanza
Cada uno de mis días
Baila, mi niña, baila
Deja que vea tu falda
Estampada de colores
Y guirnaldas.
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viernes, 12 de marzo de 2010
Y Sin Embargo (plagiando a Sabina)
Ya ves, bien sabes
Que estás en mi cabeza,
Que cada uno de mis días
Por ti vivo con pena.
Y sin embargo es tu figura
Ya ves
La que me da la fuerza.
Porque vivir sin ti
No vale nada,
Es sólo llorar
Cada mañana,
Vagar sin rumbo,
Sin voz,
Ir dando tumbos.
Perderme tu sonrisa
Fresca y clara...
Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...
Y si quieres
Tal vez llegue algún día
Que me cuentes tus penas,
Tus ilusiones y alegrías.
Decirlo hoy, quizá, es prematuro
Mas siento que el futuro
Traerá nuevas sonrisas
Desaparecerá este otoño
Y comenzará una nueva vida.
Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...
Que estás en mi cabeza,
Que cada uno de mis días
Por ti vivo con pena.
Y sin embargo es tu figura
Ya ves
La que me da la fuerza.
Porque vivir sin ti
No vale nada,
Es sólo llorar
Cada mañana,
Vagar sin rumbo,
Sin voz,
Ir dando tumbos.
Perderme tu sonrisa
Fresca y clara...
Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...
Y si quieres
Tal vez llegue algún día
Que me cuentes tus penas,
Tus ilusiones y alegrías.
Decirlo hoy, quizá, es prematuro
Mas siento que el futuro
Traerá nuevas sonrisas
Desaparecerá este otoño
Y comenzará una nueva vida.
Y aunque no quiera
Contigo voy soñando
Aunque de cuando en cuando
Pienso tal vez
Que soy un necio.
Pero pronto
Lo voy olvidando,
Pues cuando estás
Quiero estar a tu lado,
Beber de tu silencio,
Sentir tu cuerpo
Y tu ternura
Recrearme en tu cabello
Y tu hermosura...
Slapstick (fragmento)
Seguimos bebiendo. A cada copa un nuevo brindis. Brindamos por el cine, por el teatro, por los sueños incumplidos, por el sufragio universal y por el sabor del chocolate. Después me pidió que la besara. Esta vez no se dejó llevar, sino que aplastó mi cabeza contra la suya y succionó mis labios con toda su fuerza. Sentí lo mismo que con el beso anterior: sus labios no tenían sabor ni aroma.
- ¿Sabes?- me dijo- creo que podré quererte. Afortunadamente no eres uno de esos imbéciles que se pavonean como gallos, ni tienes un orgullo excesivo. Bueno, eres un poco pasivo para mi gusto, pero creo que podría cambiarte. La ropa no es adecuada. Se nota que no tienes criterio. Ya veremos... ¿otro brindis?
Estaba demasiado borracho como para saber lo qué hacía. Brindamos y nos dimos un tercer beso. Comenzaba a reírme de forma estúpida.
- Soy tuya- gritaba Cynthia-. Debemos casarnos cuanto antes. Me gustaría vivir junto a la costa. Pero tendremos que decidirlo entre los dos. ¿Sabes? Creo que también quiero dedicarme al cine ¿tú crees que tengo futuro?
Me encogí de hombros.
- ¿Eso que significa? Tal vez yo sea una actriz impresionante, y aún no te hayas dado cuenta, pequeño imbécil, ¡jajaja! Tendré mi nombre en rotulos dorados. Y la gente dirá ¿has visto lo último de Cynthia? Pero ¿me escuchas?
No la escuchaba. Simplemente trataba de mantener el equilibrio. Después de unos instantes de esfuerzo, caí sobre sus pechos.
- Reposa en mí- dijo ella, y siguió hablando.
- ¿Sabes?- me dijo- creo que podré quererte. Afortunadamente no eres uno de esos imbéciles que se pavonean como gallos, ni tienes un orgullo excesivo. Bueno, eres un poco pasivo para mi gusto, pero creo que podría cambiarte. La ropa no es adecuada. Se nota que no tienes criterio. Ya veremos... ¿otro brindis?
Estaba demasiado borracho como para saber lo qué hacía. Brindamos y nos dimos un tercer beso. Comenzaba a reírme de forma estúpida.
- Soy tuya- gritaba Cynthia-. Debemos casarnos cuanto antes. Me gustaría vivir junto a la costa. Pero tendremos que decidirlo entre los dos. ¿Sabes? Creo que también quiero dedicarme al cine ¿tú crees que tengo futuro?
Me encogí de hombros.
- ¿Eso que significa? Tal vez yo sea una actriz impresionante, y aún no te hayas dado cuenta, pequeño imbécil, ¡jajaja! Tendré mi nombre en rotulos dorados. Y la gente dirá ¿has visto lo último de Cynthia? Pero ¿me escuchas?
No la escuchaba. Simplemente trataba de mantener el equilibrio. Después de unos instantes de esfuerzo, caí sobre sus pechos.
- Reposa en mí- dijo ella, y siguió hablando.
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miércoles, 10 de marzo de 2010
Arquitectura
Yo mismo aplasté la tierra,
diseñé las columnas,
coloqué cada pieza
en su lugar, buscado
con medición exacta.
Cuando terminé la obra,
Con rabia y aburrimiento,
A golpes destrocé las piedras
Y derrumbé todos mis sueños.
diseñé las columnas,
coloqué cada pieza
en su lugar, buscado
con medición exacta.
Cuando terminé la obra,
Con rabia y aburrimiento,
A golpes destrocé las piedras
Y derrumbé todos mis sueños.
martes, 9 de marzo de 2010
En el Mercado
“Hoy es un día de honor y de gloria”,
Decía una cucaracha en mitad del mercado,
“ante la lucha recordad las que han quedado
en el camino, y luchad por su memoria”.
“En cada pata un arma para la victoria,
Vuestro caparazón es coraza de soldado
Ocupemos el pueblo, y también el de al lado,
Que hoy tenemos que escribir la historia”
“Mirad vuestras patas, mirad vuestras antenas,
¡Qué belleza! Representamos la perfección.
Luchemos hoy, mañana quizá sea tarde”.
Marcharon a la conquista guerrera y apenas
Salieron murieron a botas de la represión,
La última: la cabecilla heroica y cobarde.
Decía una cucaracha en mitad del mercado,
“ante la lucha recordad las que han quedado
en el camino, y luchad por su memoria”.
“En cada pata un arma para la victoria,
Vuestro caparazón es coraza de soldado
Ocupemos el pueblo, y también el de al lado,
Que hoy tenemos que escribir la historia”
“Mirad vuestras patas, mirad vuestras antenas,
¡Qué belleza! Representamos la perfección.
Luchemos hoy, mañana quizá sea tarde”.
Marcharon a la conquista guerrera y apenas
Salieron murieron a botas de la represión,
La última: la cabecilla heroica y cobarde.
lunes, 8 de marzo de 2010
El Poema de la Chistera (Igual que surge, volverá dentro)
Hoy me he colocado la otra chistera.
La que no guarda pañuelos, ni cartas,
ni lazos, ni siquiera una paloma.
Sino aquellas palabras, gastadas,
pintadas de cielo, que tanto te gusta oír.
Así que atenta, ya voy... ¡Alehop!
¿Qué ocurre? ¿Qué es esto?
Un perro, un caballo, un polo rojo,
una llave vulgar con la palabra "LUZ",
papeles y más papeles tintados con versos,
y el reflejo de unos ojos inolvidables.
La que no guarda pañuelos, ni cartas,
ni lazos, ni siquiera una paloma.
Sino aquellas palabras, gastadas,
pintadas de cielo, que tanto te gusta oír.
Así que atenta, ya voy... ¡Alehop!
¿Qué ocurre? ¿Qué es esto?
Un perro, un caballo, un polo rojo,
una llave vulgar con la palabra "LUZ",
papeles y más papeles tintados con versos,
y el reflejo de unos ojos inolvidables.
viernes, 5 de marzo de 2010
"Amanda". Fragmento.
Porque, aunque no nos guste, la belleza siempre triunfa, aniquila y destruye lo que tiene alrededor. Máxime si se topa con la sensibilidad.
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jueves, 4 de marzo de 2010
Los Escritores. Relato Breve.
Al otro lado del pasillo, sentados en cajas de madera y anotando cuidadosamente cada uno de sus pensamientos se encontraban no menos de un centenar de hombres.
- ¿Quiénes son estos? – Pregunté.
- Gente sin importancia. Los escritores.
Con escasa luz y manos temblorosas algunos daban final a sus creaciones mientras otros estaban comenzando. De vez en cuando alguno miraba descaradamente lo que hacía otro, y luego resoplaba y seguía con su obra.
- ¿Por qué están tan juntos? ¿Acaso no hay espacio para ellos en esta tierra?- pregunté.
- ¿Dónde les íbamos a meter? Son inútiles para la sociedad. Pasan las horas anotando y anotando. Su fe es criticar. No hay día en que no protesten contra algún aspecto en esta sociedad en que vivimos. Como comprenderá esa no es una actitud adecuada. Admito que en otro tiempo el hombre podía aspirar a mejorar la convivencia y el modo de actuar en el mundo, pero eso hoy en día son zarandajas. El mundo está bien como está, y nadie desea cambiarlo. Salvo estos soñadores. Por eso están aquí: para que no infecten sus ideas a los demás. En cualquier caso les hacemos creer que nos interesa lo que escriben, incluso les damos un premio de vez en cuando. Así todos somos felices: ellos pensando en lo influyentes que son y nosotros al pensar que sólo son hombres que anotan tonterías. ¿Me comprende?
- Ellos creen que son importantes.
- Sí.
- ¿Y por qué no les sacan de su error?
- No nos conviene. Cuando uno de ellos piensa que es el más importante trata de que los otros no lleguen a su altura. Observe, por ejemplo, a aquel que lleva el abrigo rojo. Anteayer le dimos el premio nacional de novela. Tenía que haberle visto al recibirlo ¡qué de melindres y muecas! Se creía poderoso. Por eso ayer, al ver que el que tiene a su izquierda estaba escribiendo algo importante le quitó en un descuido la caja de madera e hizo que se sentase en el suelo para que le costase más escribir. Así terminará más tarde su obra.
- Sí que tiene una caja.
- Desde esta mañana. Nos interesa que se lleven mal entre ellos, pero no que nos acusen de encubrir sus malicias, por eso se la dimos.
- Comprendo.
- ¿Qué le parece el lugar?
- No me agrada demasiado. Pero si este es mi sitio...
- Sí.
- ¿No me puede dar un asiento junto a la ventana?
- No puedo. Me acusarían de favoritismo.
- Entiendo.
Di un codazo por aquí, otro por allá y conseguí colocarme sobre una caja vacía. Todos me miraron con sorpresa, y a alguno oí que ya estaban suficiente apretados para que llegase otro nuevo, pero al instante siguieron con sus creaciones. Yo saqué unas cuartillas y comencé a escribir. El que estaba a mi derecha leyó las primeras frases y dijo:
- Eso no vale nada.
El que estaba a su diestra observó:
- Lo tuyo tampoco.
Y así fueron hablando, uno por uno, todos los que se encontraban en la mesa. Mientras, yo suspiraba por lograr un hueco junto a la ventana...
- ¿Quiénes son estos? – Pregunté.
- Gente sin importancia. Los escritores.
Con escasa luz y manos temblorosas algunos daban final a sus creaciones mientras otros estaban comenzando. De vez en cuando alguno miraba descaradamente lo que hacía otro, y luego resoplaba y seguía con su obra.
- ¿Por qué están tan juntos? ¿Acaso no hay espacio para ellos en esta tierra?- pregunté.
- ¿Dónde les íbamos a meter? Son inútiles para la sociedad. Pasan las horas anotando y anotando. Su fe es criticar. No hay día en que no protesten contra algún aspecto en esta sociedad en que vivimos. Como comprenderá esa no es una actitud adecuada. Admito que en otro tiempo el hombre podía aspirar a mejorar la convivencia y el modo de actuar en el mundo, pero eso hoy en día son zarandajas. El mundo está bien como está, y nadie desea cambiarlo. Salvo estos soñadores. Por eso están aquí: para que no infecten sus ideas a los demás. En cualquier caso les hacemos creer que nos interesa lo que escriben, incluso les damos un premio de vez en cuando. Así todos somos felices: ellos pensando en lo influyentes que son y nosotros al pensar que sólo son hombres que anotan tonterías. ¿Me comprende?
- Ellos creen que son importantes.
- Sí.
- ¿Y por qué no les sacan de su error?
- No nos conviene. Cuando uno de ellos piensa que es el más importante trata de que los otros no lleguen a su altura. Observe, por ejemplo, a aquel que lleva el abrigo rojo. Anteayer le dimos el premio nacional de novela. Tenía que haberle visto al recibirlo ¡qué de melindres y muecas! Se creía poderoso. Por eso ayer, al ver que el que tiene a su izquierda estaba escribiendo algo importante le quitó en un descuido la caja de madera e hizo que se sentase en el suelo para que le costase más escribir. Así terminará más tarde su obra.
- Sí que tiene una caja.
- Desde esta mañana. Nos interesa que se lleven mal entre ellos, pero no que nos acusen de encubrir sus malicias, por eso se la dimos.
- Comprendo.
- ¿Qué le parece el lugar?
- No me agrada demasiado. Pero si este es mi sitio...
- Sí.
- ¿No me puede dar un asiento junto a la ventana?
- No puedo. Me acusarían de favoritismo.
- Entiendo.
Di un codazo por aquí, otro por allá y conseguí colocarme sobre una caja vacía. Todos me miraron con sorpresa, y a alguno oí que ya estaban suficiente apretados para que llegase otro nuevo, pero al instante siguieron con sus creaciones. Yo saqué unas cuartillas y comencé a escribir. El que estaba a mi derecha leyó las primeras frases y dijo:
- Eso no vale nada.
El que estaba a su diestra observó:
- Lo tuyo tampoco.
Y así fueron hablando, uno por uno, todos los que se encontraban en la mesa. Mientras, yo suspiraba por lograr un hueco junto a la ventana...
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martes, 2 de marzo de 2010
De Barro y Piedra. Bolero
Cantas en mis oídos,
bailas la danza de mi destino,
repites frases que yo no he dicho
entre rojizas hojas de espinos,
y, cuando caigo, nunca es contigo.
Tienes ojos de fuego,
que encienden, presto, en mí el deseo,
siempre te sigo como un enfermo,
siempre a tu lado, y no te tengo,
porque en tus brazos nunca me encuentro.
Eres la luz que da la tierra,
mezcla de barro, de sangre y piedra,
mi desaliento y mi condena,
el mecanismo que me da cuerda,
es que te quiero aunque no quiera.
Estás hecha de viento,
de la belleza que dan los sueños,
de madrugadas, y de desvelos,
de ilusiones y de recuerdos,
de mil sonrisas, caricias, besos...
bailas la danza de mi destino,
repites frases que yo no he dicho
entre rojizas hojas de espinos,
y, cuando caigo, nunca es contigo.
Tienes ojos de fuego,
que encienden, presto, en mí el deseo,
siempre te sigo como un enfermo,
siempre a tu lado, y no te tengo,
porque en tus brazos nunca me encuentro.
Eres la luz que da la tierra,
mezcla de barro, de sangre y piedra,
mi desaliento y mi condena,
el mecanismo que me da cuerda,
es que te quiero aunque no quiera.
Estás hecha de viento,
de la belleza que dan los sueños,
de madrugadas, y de desvelos,
de ilusiones y de recuerdos,
de mil sonrisas, caricias, besos...
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