Cuando a veces me observo,
Donde quiera que miro,
Encuentro trozos de piedra
Rasgada de mis bolsillos.
Tantos pedazos rallados
Que son migas de esos sueños
Que ya no puedo cumplir,
Pues murieron en el tiempo.
Un día, aún lejano,
Mis ropas llenas de arena
Dejaré allende el mar.
Y el rostro, del sol quemado,
Mostrará restos de penas
Junto con felicidad.
lunes, 18 de enero de 2010
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