No quiero llegar a viejo
Feliz, pero solitario;
Sino perdido en tus besos,
Entre tu luz y tus labios.
Un día con dos mil lunas
perdí, aunque no lo supiera,
la fuerza contra tu espesura,
la furia ante tu belleza.
Sentado te sigo los pasos,
Perdido te suelo encontrar,
Ausente te siento, te canto
Con labios mojados en sal.
La calma no pise nunca
El manantial de cariño.
Quiéreme, forma de duna,
Aviéntate en mi camino.
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