jueves, 29 de octubre de 2009

Para Comenzar, un Soneto

“¿Quién eres tú, hombre solitario?
¿Por qué me estás mirando con desprecio?”
“¡Ay, Moisés, mira que eres necio!
Quién voy a ser sino tu contrario.

Soy tu ser opuesto, tu adversario,
Lo que tú aborreces yo lo aprecio,
Cuando eres débil yo soy recio,
Y permisivo si tú autoritario.

Ahora que ya me conoces, escucha
He venido con ansia de lucha,
Para apalearte, sin más verborrea ”.

Mi cobardía le producía euforia
Así que mi única escapatoria
Era desear con fuerza la pelea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario