Por la derecha aparece Marisa Holot, alcaldesa de L’Arbre Sense Raó. Avanza tan deprisa que está a punto de pasar de largo, pero Travis avanza un paso para que choque con él.
Marisa.- ¿Qué ocurre? ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué están haciendo aquí? (Avanza hacia Travis, que se gira pensativo, como si no la viera) ¿No responden? ¡De acuerdo, tendrán noticias de mi abogado!
Intenta salir por la izquierda, pero choca con Castráñez, que se cruza en su camino.
Marisa.- Pero ¿Por qué me empuja? ¿Quién se ha creído que es? (Castráñez intenta girarse, pero Marisa le tira del brazo. Castráñez la mira) ¿Qué ocurre? ¿Nunca ha visto a una mujer?
Castráñez.- ¡Señor Eiffel!
Travis.- (Aún pensativo) ¿Qué desea?
Castráñez.- Esta mujer quiere hablar con usted.
Travis.- ¿Qué desea?
Marisa.- ¿Eiffel?
Travis.- Eugene Eiffel, discúlpe un momento. (Gritando)¡Castráñez!
Castráñez.- (Igual) ¡Señor Eiffel!
Travis.- ¿Cómo va el cálculo?
Castráñez.- Todo correcto.
Travis.- ¿Y esas medidas?
Castráñez.- (Va hacia la cinta métrica) Creo que entrará la torre.
Travis.- Claro que sí, podremos construirla.
Marisa.- ¿Por qué gritan si están tan cerca?
Travis.- Tiene razón. (Gritando) Prueba un poco más lejos.
Adolfino.- ¡Sí, señor Eiffel!
Marisa.- ¿Me puede explicar por qué están midiendo el terreno?
Travis.- ¿Por qué me grita si está a mi lado?
Marisa.- (Más bajo) Pregunto qué están midiendo.
Travis.- Y a usted ¿Qué le importa?
Marisa.- Este terreno pertenece a L’Arbre Sense Raó. Soy la alcaldesa del pueblo.
Castráñez.- Desde aquí tengo una vista estupenda, jefe.
Travis.- Maravilloso, sigue con ello. (A Marisa) Tengo que hablar con usted. Verá... (Se emociona) No sé cómo decirlo... he venido... con la intención de cumplir el último deseo de mi abuelo.
Marisa.- ¿Quién era su abuelo?
Travis.- En España nadie le conoce. Pero en Francia es muy querido. Se llamaba Gustave.
Marisa.- (Nerviosa) ¿Su abuelo era Gustave... Eiffel?
Travis.- ¿Ha oído hablar de él?
Marisa.- Toda España ha oído hablar de él y de su famosa torre.
Travis.- Entonces será más sencillo.
Marisa.- ¿Me va a decir lo que quiere hacer en este terreno?
Travis.- Construir una torre similar a la de París.
Marisa.- ¿En mitad del campo?
Travis.- ¿Sabe algo de geografía?
Marisa.- Muy poco.
Travis.- Observe una cosa. (Abre la cartera y saca un mapa, que despliega en el suelo) Observe París, el lugar en el que está situada la torre Eiffel.
Marisa.- sí.
Travis.- Si trazamos una circunferencia... ¡Castráñez!
Castráñez.- ¿Sí, señor Eiffel?
Travis.- Traiga un compás.
Castráñez.- ¿Un compás?
Marisa.- ¿Un compás?
Travis.- ¡Un compás!
Castráñez.- ¡Un compás!
Arranca una caña y coge una cuerda. Dobla la caña y con la cuerda fuerza para que no recupere su forma inicial.
Castráñez.- ¡El compás!
Travis.- ¡He aquí el compás!
Marisa.- (Sin entender por qué tanta alegría) ¡Al fin el compás!
Travis.- (Con el compás) Enseguida entenderá las intenciones de mi abuelo. Si trazamos con un compás desde París... (Mueve el compás según le apetece, sin ningún orden lógico) cuando terminamos el giro ¿Qué aparece?
Marisa.- ¿Qué aparece?
Travis.- ¡Lea!
Marisa.- Es que sin gafas... ¡L’Arbre Sense Raó!
Travis.- ¿Qué le parece?
Marisa.- Es... es absurdo.
Travis.- Voy a serle sincero. Cuando llegué a este lugar me preguntaba por qué mi abuelo había elegido un lugar tan... extraño para construir su segunda torre. Pero ahora, hablando con usted, lo he entendido.
Marisa.- Me alegro. Por mi parte no entiendo nada.
Travis.- La solución es sencilla. Quiso unir mediante dos torres...
Marisa.- ¿Sí?
Travis.- Quiso unir dos mundos tan distintos como complementarios. El centro del mundo, París, con el lugar más olvidado de la tierra, L’Arbre Sense Raó.
Marisa.- Eso tiene sentido.
Travis.- Escuche, las dos torres se mirarán una a la otra.
Marisa.- ¿Sí?
Travis.- ¿Nunca se dieron cuenta que la torre de París mira hacia ustedes?
Marisa.- ¿Cómo quiere que nos demos cuenta? Desde aquí no se ve...
sábado, 7 de septiembre de 2013
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