lunes, 29 de noviembre de 2010

Reinhardt

El de las cuerdas de doble vida,
El de las luces contra su estampa,
El que atrapa con su sombría
Sombra ritmos, silencios, palabras...

El que navega entre seis nudos
Que son volcanes que arrastran agua,
Que ya son nubes, que escupen humo,
Que sólo arenas, que son montañas.

El que aprendió las artes del mago
En la carretera, en su caravana.
El que entre dedos clava su canto.

El que con rayos llama a la calma,
El que, en el nombre, se llama Django,
Y es su apellido una guitarra.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Reflejo de Luna (Pinedenca)

 
Bajo el reflejo de luna,
En lo oscuro, todo se oye,
El corazón se acelera:
La sangre bulle al galope,
Y aquel que puede se amarra,
Desesperado, a su consorte;
El que no, tan sólo intenta
Ignorar que le corrompe
La angustia de la oscuridad:
Teme lo que no conoce.

Bajo la luz de la luna,
En mitad de la noche,
El miedo nos sobrevuela
Y reposa entre los hombres.
Cerrad puertas y ventanas,
Callad, dejad las canciones.
Soñad que aún es de día,
Creed que aún tiene nombre
Ese objeto sin color
Que ennegreció en la noche.

Pero hay días sin luna,
Con el mundo entre tinieblas.
Y es mayor el temor,
El temblor y la tristeza.
Son días en que nadie sabe
Si acabará lo que empieza...
Y quien necesita dormir
Lo evita con impaciencia:
No quiere cerrar los ojos
Por si nunca más despierta.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un Ensayo de "Edipo"

Edipo.- Entonces, mi papel es el del hombre que, desgarrado, se saca los ojos.
Sofocles.- Sí.
Edipo.- Podría hacerlo, pero alguien deberá llevarme a casa.
Creonte.- Yo mismo, me pilla de camino.
Sofocles.- ¿Por qué necesitas que alguien te lleve a casa? Serías ciego en la escena...
Edipo.- ¿Qué pretendes? No puedo engañar al espectador. Si has escrito que me saco los ojos, eso haré.
Sofocles.- Si la obra fracasara no habría problema, pero ¿y si gusta? Ya no podré contar contigo.
Edipo.- Conmigo no, que ya estaré ciego, pero aquí tienes a Tiresias.
Tiresias.- ¿Yo? Yo no tengo los pies hinchados.
Creonte.- Si te los anudas con una soga, como proponías, para cuando Edipo ya esté ciego, tus tobillos serán enormes.
Sofocles.- Sí, hay tiempo suficiente.
Tiresias.- (Dudando) No sé si quiero sacarme los ojos...
Yocasta.- Sólo sería una vez...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Un Tango para una Argentina

Sin chuleza ni tacones
Abrancada por la farra
Tan experta en la guitarra
En la risa, en el amor,
Con los ojos más vivales
Que llegaron de Argentina,
El corazón de esta mina
Tiene infinito valor.

Se atorra casi a la aurora
Entre risas, entre cuentos;
Al tocar sus instrumentos
Se acerca a la creación:
Tiene alas en los dedos
Y embriaga cuando toca,
Su vida está en la boca
Y su alma en la canción.

Más sincera que el espejo.
Huye de la hipocresía.
Sin maldad ni picardía,
Aunque no quieras oír,
Siempre dice lo que siente,
No adula porque no sabe,
La mentira no le cabe
Así ha aprendido a vivir.

Ahora le manda la taba
¡No te vayas, compañera!
A una tierra extranjera
A curar su cicatriz.
No te marches, te recuerdo
Que me gusta estar contigo,
Aquí dejas un amigo
Que, aunque no sepa idiomas,
Le gusta reír con tus bromas
Y contigo es muy feliz.

martes, 9 de noviembre de 2010

El Autoestopista. Microrrelato

-¿Hacia dónde se dirige?- Me preguntó el autoestopista de pelo cano y voz nocturna.
-Hacia la montaña, tal vez la cumbre.
-Entonces tendré que bajarme- dijo apenado- siempre voy un poco más lejos.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Que No!

¡Que no!
Que no me derrumba el viento
Aunque sople de levante.
Que a mí...
que a mí
No me vence el aire,
Ni la fuerza del destino,
Que ya busco yo el camino
Que me impida envejecer.
Ya ves,
Ya ves que me sale gracia
Cuando pienso en el pasado
Que vivir triste, amargado,
No es vivir, es padecer;
Y que no encuentro placer
En dormir los sentimientos,
Que a mí no me ciega el viento
Ni lo hace una mujer.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Entre "Nunca" y "Adiós".

Entre nubes te admiro,
Entre dunas te espero,
Entre ramas oculto
Con los ojos abiertos.

No quisiera ser más
Tu ignorado deseo,
Entre brumas y niebla
A tu ausencia me entrego.

Entre rabia y verdad,
Entre ruido y silencio,
Si tu nombre he oído
El color se va al suelo.

Entre “nunca” y “adiós”
Siempre queda un “te espero”.